Schmidt, reelegido canciller de Alemania
El octavo Bundestag alemán ha elegido al candidato de la coalición social-liberal, Helmut Schmidt, nuevo canciller federal. Con ello Helmut Schmidt se sucede a sí mismo en la cancillería de la República Federal. El resultado de la votación no ha sorprendido a nadie, aunque Schmidt sólo obtuviera un voto más de los 249 necesarios, o sea, 250. Mañana, el canciller federal presentará su nuevo gabinete en que además del forfait del hasta ahora ministro de Trabajo, Ahrendt, habrá algunas caras nuevas desconocidas, en parte hasta para los habitantes de Alemania Occidental. La renuncia por parte de Walter Ahrendt de seguir en su cargo, ha sido, hasta cierto punto, la nota más descollante de una jornada política en que lo único importante era la elección del nuevo canciller,que no podía ser otro que el saliente.Ahrendt ha abandonado su cargo por el affaire de las cajas de pensiones y la financiación futura de las clases pasivas en la República Federal. Su dimisión estaba prevista y no ha podido sorprender en consecuencia. Le sucederá en la cartera de trabajo Herbert Ehrenberg, que lo mismo que Ahrendt procede de la organización sindical alemana, en la que actuó durante cuatro años al frente del sindicato de la construcción.
En lo que concierne a la composición del nuevo Gobierno federal, que oficialmente será presentado por el canciller hoy, jueves, en el Bundestag, no se registran novedades dignas de mención y que permitan deducir un cambio de rumbo sustancial de la política alemana. La coalición ha confirmado su fortaleza. Hans-Dietrich Genscher, el líder de los liberales, continuará al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo mismo que Maihofer lo hará en el del Interior, y Friderichs en Economía. El liberal Ertle también seguirá en el Ministerio de Agricultura hasta con el beneplácito de la oposición, si cabe.
De la declaración gubernamental, cuyo contenido detallado se espera con el mayor interés, sólo se han filtrado algunos aspectos importantes.
Un capítulo especial será el del saneamiento de las finanzas y la reforma de la enseñanza. En lo que concierne a la política exterior, la República Federal mantendrá el rumbo iniciado en las legislaturas precedentes. Insistirá, como ya viene siendo habitual, en el fortalecimiento de la unidad europea y en la vinculación a los «nueve» de países como España, que aún permanecen fuera de la comunidad.
Bonn también hará todo lo posible por apuntalar el poderio de la OTAN y proseguirá su ostpolitik de acuerdo con las concepciones fijadas por Willy Brandt y Walter Scheel, aunque no sería de extrañar que la política frente al Este sufriera algunas modificaciones debidas fundamentalmente a un enfoque más diferenciado de los matices y posibilidades reales.
La jornada de ayer ha significado en Bonn, con el estreno de un nuevo parlamento, la terminación de una fase de extrema agitación política interior. Al final todo ha quedado como estaba.
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