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Posibilidades de negociación con los secuestradores de Oriol

Los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) hicieron llegar ayer tarde a nuestra redacción un nuevo comunicado -el cuarto desde el secuestro del presidente del Consejo de Estado, Antonio María Oriol-, en el que se proferían nuevas amenazas si no se liberaba a los presos políticos que han solicitado.

A las ocho y diez de la tarde una llamada anónima comunicaba a la redacción de EL PAÍS la existencia de un comunicado debajo de una de las patas de un banco público, frente al número 4 de la avenida de la Ciudad de Barcelona. Esta vez la voz era diferente a la que anteriormente se había puesto en comunicación con el periódico y su nerviosismo también era mayor, pues colgó inmediatamente después de transmitir el mensaje.Dos redactores se desplazaron a recoger el comunicado y lo encontraron, efectivamente, bajo la pata de uno de los bancos que se encuentran en la avenida de la Ciudad de Barcelona, entre la RENFE y la gasolinera.

Este nuevo mensaje era mucho más breve, y estaba escrito con otra letra. El tono distaba asimismo de los anteriores, por lo que caber dudas sobre su relación con los dos días atrás y no se especificaban detalles sobre la negociación.

Estaba escrito en letras mayúsculas y con guiones entre las mismas, en una cuartilla blanca. Una vez recibido el mensaje, los secuestradores no volvieron a llamar -como en días anterior es para cerciorarse de su recepción. Existen dudas sobre la autenticidad de este mensaje.

Una tercera llamada de los secuestradores, que no hizo relación al mensaje, se recibió a últimas horas de la noche. Tampoco en ella se ofrecieron detalles sobre la negociación.

A última hora de la noche se tenía la impresión de que, de algún modo, se podía iniciar la negociación, con el fin de liberar al seño Oriol.

Aunque existían rumores sobre la posibilidad de que se exigiera como 'rescate una fuerte suma de dinero, parece que los secuestradores no aceptan, según dijeron ya telefónicamente a nuestra redacción, más que la liberación de los quince presos señalados. Al parecer, las negociaciones tendrían que versar sobre este punto.

El optimismo es hoy mayor en los círculos bien informados.

Por otro lado la policía sigue activamente varias pistas, pero no se tiene noticia del resultado de las investigaciones.

A las once de la noche, la agencia Cifra distribuyó un despacho en el que se decía que José Balmon Caster, presunto militante del Partido Comunista (recostituido), que había ingresado el pasado viernes. en la prisión provincial de Carabanchel, fue reintegrado ayer tarde a dicho establecimiento penitenciario, tras haber prestado declaración en la Dirección General de Seguridad.

Poco antes de esa hora, la policía desarrolló una importante operación de búsqueda del posible refugio de los secuestradores del señor Oriol en la colonia del Manzanares. Cerca de doscientos policías, peinaron la zona, y pusieron especial interés en un chalet deshabitado en Ia confluencia de las calles Bahía-Colina-Archipiélago.

La impresión final es que se trataba de una falsa alarma, ya que el cerco policial se levantó sin que pudieran advertirse ningún tipo de medidas especiales y pese a que, durante la operación, los agentes en su mayoría de paisano- aparecían fuertemente armados.

La familia Oriol ha declarado que permanece esperando que el GRAPO se ponga en contacto con ella.

Más información en pág. 12

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