Los secuestradores del señor Oriol siguen sin detallar sus condiciones
Una nueva nota fue entregada ayer por los secuestradores del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol, a la redacción de EL PAIS. En ella, los autores del secuestro, no añaden ninguna condición a las anteriormente expresadas para la liberación de su rehén, aseguran que el prisionero se encuentra bien y amenazan al Gobierno con tomar una decisión que no deseamos. Este es el tercer comunicado que los miembros del GRAPO (Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre) han hecho público desde el sábado en que a última hora de la tarde se pusieron en contacto con nuestro periódico. Ningún detalle se añade en ella sobre la forma en que han de ser trasladados a Argel los quince presos políticos cuya liberación solicitaba la primera nota. El domingo por la mañana un redactor de EL PAIS había recogido en un bar de la avenida de Aragón una carta autógrafa del señor Oriol dirigida a su esposa. La carta sirvió a las autoridades para comprobar que efectivamente el presidente del Consejo de Estado se encontraba en manos del GRAPO.
A las ocho de la noche de ayer una llamada del GRAPO a nuestra redacción anunciaba que en una cafetería próxima a la Puerta de Alcalá había una nueva nota y que ésta se encontraba en el retrete de caballeros, entre la cisterna y la pared.Allí estaba, efectivamente. En el mismo papel que las notas anteriores y con la misma letra (esta vez parecía escrita más aprisa) se decía que el Gobierno intentaba «ganar tiempo para facilitar el trabajo de la policía», que era una táctica peligrosa pues el Gobierno podía salir perjudicado, que comprendían los sufrimientos que estaban causando al secuestrado y a su familia y que el señor Oriol se encontraba bien física y moralmente.
La nota fue recogida con toda tranquilidad por dos redactores de EL PAIS y éstos pudieron abandonar el local («La Veneciana», en Alcalá, 77) sin mayores problemas.
Segundos después, esos dos redactores, un chófer y un redactor gráfico que les esperaban en las cercanías, muy próximos al coche que los había conducido hasta allí, fueron detenidos por no menos de diez policías de paisano, revólver en mano. Los cuatro fueron minuciosamente cacheados, desposeídos de sus pertenencias y conducidos, en coches distintos, hasta la Dirección General de Seguridad.
Quince minutos después de estar allí, cada cual en un despacho, fueron puestos en libertad al comprobar que eran redactores de EL PAIS y lo que estaban haciendo.
La nota recogida en el bar «La Veneciana» dice así:
«Nuestra organización (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) insiste en sus condiciones en cuanto a la libertad de Oriol.
Que sean liberados:
Fernando Viqueira Sende, de los GRAPO; José María Sánchez Casas, Juan Carlos Delgado Decodes y José Balmón Caster, del PCE (r).
Izko de la Iglesia, Mario Onaindía, Dorronsoro, Mújica Arregui, Pérez Beotegui y Garmendia, de ETA.
E. Forest y A. Durán.
M. Blanco Chivite y Mayoral Rueda, del FRAP.
Xosé María Brañas, de UPG.
El Gobierno ha adoptado la táctica de ganar tiempo para facilitar el trabajo de la policía. Es una táctica peligrosa que sólo puede perjudicar a él mismo. Se equivoca si piensa que de esa manera va a conseguir cambiar las cosas.
Si realmente quiere el Gobierno la paz y la convivencia pacífica, como dice, ¿por qué no lo demuestra poniendo en libertad a los antifascistas secuestrados por la policía política?
Comprendemos los sufrimientos que podamos causar a nuestro prisionero y su familia. Pero en peores condiciones que ella, desde hace muchos años, están cientos de familias y antifascistas torturados y encarcelados por defender los justos derechos y la libertad del pueblo.
Nuestro prisionero se encuentra bien, sin que se le hayan infligido daños físicos o morales. Nuestro deseo es que este problema se resuelva cuanto antes, y eso es algo que depende exclusivamente del Gobierno. Que no nos obligue a tomar una decisión que no deseamos. Estamos preparados y dispuestos a todo. GRAPO. »
Dos llamadas más de los secuestradores, para comprobar que había sido recogida la nota, fueron hechas anoche a nuestra redacción.
Al preguntarle por teléfono al portavoz de los secuestradores en qué condiciones debería efectuarse la negociación y cómo se debería proceder a cumplir sus peticiones, éste contestó: «No seamos ingenuos. El Gobierno y la familia saben cómo hacerlo y tienen poder suficiente para hacerlo, y por descontado que no queremos dinero, sino la libertad de los presos.»
La nota fue dada a conocer por EL PAIS a la familia del secuestrado, y obra en poder de las autoridades.
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