Londres anuncia hoy la suspensión de la Conferencia sobre Rodesia

La primera fase de la Conferencia de Ginebra ha fracasado, según los indicios que dan todas las facciones implicadas en la negociación sobre el futuro constitucional de Rodesia, pero Gran Bretaña, que es una de esas facciones, no va a dejar que se desaproveche la ocasión de un acuerdo. Hoy mismo su ministro de Asuntos Exteriores, Anthony Crosland, anunciará ante el Parlamento de su país el aplazamiento navideño de la conferencia y es probable que determine cuál va a ser la iniciativa británica para salvar el punto muerto actual cuando la conferencia se reanude en enero.

Es posible que entonces no sea Ginebra, sino Nairobi, la capital de las discusiones, con lo que Gran Bretaña seguiría hasta cierto punto los consejos de Smith acerca de la conveniencia de continuar las conversaciones en una ciudad africana, «donde se pueden entender mejor nuestros problemas». El líder rodesiano quería que fuese Salisbury el centro de la negociación, pero los nacionalistas negros se niegan a sentarse en la capital de Rodesia con lan Smith hasta que éste no libere a los prisioneros políticos que siguen en las cárceles de su país.Gran Bretaña no se ha mostrado decepcionada del fracaso de la primera ronda de negociaciones. Ivor Richard, el británico que las ha presidido, ha declarado al volver a Ginebra el pasado domingo, después de entrevistarse con Kissinger en Londres, que lo que en especie de encuesta entre los distintos grupos nacionalistas y los representantes de la minoría blanca. Ahora, ha dicho el delegado inglés, comenzará la verdadera conferencia.

La decepción de lan Smith ha sido más evidente. Al marcharse de Ginebra ayer declaró que en esta conferencia no se ha conseguido ni siguiera un punto de partida, porque el que existía -la propuesta angloamericana- «ha sido pasado por alto incluso por Gran Bretaña». Smith, que ha abandonado ya la conferencia de Ginebra en dos ocasiones, sigue insistiendo en que el acuerdo al que llegó con Kissinger en Sudáfrica es inamovible.

Los nacionalistas, por su parte, siguen presionando al Gobierno de Londres para que tome una parte más activa en la resolución del conflicto constitucional de su colonia.