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Ofensiva de Giscard d'Estaing contra el gaullismo de Chirac

El presidente Giscard d'Estaing y sus colaboradores más representativos, Poniatowski, ministro del Interior, y Raymond Barre, primer ministro, denunciaron rigurosamente en diversas reuniones políticas celebradas durante el último fin de semana el rassemblement de Jacques Chirac. Este «despertar» del giscardismo contra el chiraquismo contrasta con «las buenas maneras hipócritas» con las que fue acogida la operación-Chirac por los partidarios del presidente, y parece revelar que, hasta las legislativas al menos, la lucha entre las dos fracciones de la mayoría de derechas será feroz.

En un discurso inesperado ante los mejores obreros de Francia, que no por azar tuvo lugar en la puerta de Versalles (en donde el domingo último nació el RPR de Chirac), Giscard atacó con severidad la política de los politicastros. Sin citar a su antiguo primer ministro, hizo un nuevo llamamiento a los franceses, recordándoles que la única, la verdadera batalla es el franco, el empleo y el crecimiento . Giscard, pensando sin duda en la posibilidad de una victoria de la oposición de izquierdas, recordó a sus conciudadanos que sólo la reforma economizará una revolución.A la misma hora todos los lugartenientes de Giscard estaban reunidos en el Campo de Marzo parisiense para asistir al final del congreso nacional de los jóvenes giscardistas.

Lo más destacado de los discursos fue su anti-chiraquismo. El príncipe Poniatowski arremetió contra quienes prefieren el inmovilismo y el conservadurismo en lugar de las ideas de progreso del presidente. El conde de Ornano, ministro de Industria, recordó que la demagogia no es buena consejera. Barre invitó a la unión en torno al proyecto de sociedad del presidente. La víspera, muy aplaudido, Jean Jacques Servan Schreiber, más libre por no pertenecer al Gobierno, descuartizó el rassemblement de los de Versalles. No sin olfato, los jóvenes del RPR de Chirac declinaron la invitación que les habían enviado sus colegas giscardistas para asistir al cierre de su congreso. Paralelamente, en la barriada de Saint Denis, 100.000 miembros de las Juventudes Comunistas terminaron su congreso extraordinario para aprobar el socialismo democrático a la francesa, definido por el XXII Congreso del PC Francés de principios de año. En el discurso tinal, del secretario general del partido, Georges Marchais, metió a Giscard y al rassemblement de Chirac en el mismo saco, afirmando, sin matizar, como lo ha hecho Mitterrand, que son dos buenos compañeros lanzados contra el mismo objetivo: el programa común de la izquierda.

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