El nuevo presidente americano reitera su apoyo al Pacto Atlántico

Hoy concluye en Bruselas la reunión anual del Consejo de la OTAN, integrado por los ministros de Relaciones Exteriores de los quince países miembros de la Alianza, quienes durante dos días de conferencias no han ocultado su preocupación ante el creciente poderío de la Unión Soviética y del Pacto de Varsovia.Ayer, al aprovechar la asamblea atlántica para despedirse del escenario político internacional, el secretarlo de Estado norteamericano, Henry Kissinger, reiteró esa preocupación y transmitió un mensaje del presidente electo de Estados Unidos, Jimmy Carter, en el que éste promete, una vez más, su apoyo a la organización, e insiste en la necesidad de un esfuerzo defensivo común frente al Este.

Sin embargo, la crisis económica y las diferencias políticas no han permitido todavía a la OTAN tomar una decisión definitiva sobre un nuevo sistema de alerta por radar, que demandará una inversión de 2.400 millones de dólares, ni conseguir que Francia retorne al comité militar de la Alianza, del que se separó en la época del general De Gaulle.Por lo demás, la organización no parece dispuesta a aceptar la propuesta soviética en el sentido de limitar el ingreso de nuevos países a ambos bloques militares, que en caso de concretarse impediría la incorporación de España a la OTAN.

Tampoco decidió nada la OTAN sobre la oferta de no usar el armamento nuclear, presentada por el Pacto de Varsovia. Aceptar semejante oferta significaría un cambio radical en la estrategia occidental cuyo actual equilibrio se basa precisamente en la superioridad nuclear ante el espectacular potencial de fuerzas convencionales del Pacto.

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