Algunos microtaxis cobran como si fueran taxis

«Desde hace un mes, aproximadamente, vienen circulando algunos autotaxis del grupo B, microtaxis, preparados para cobrar tarifa superior a la asignada, cuya franja roja se camufla con un papel amarillo.» Esto es lo que se puede leer en el primer párrafo del escrito presentado por José Manuel Monasterio, en el Registro General del Ayuntamiento de Madrid, dirigido a su alcalde, por el que intenta interponer recurso contra la unificación de tarifas que supone el que los microtaxis, disfrazados como taxis normales, estén cobrando una tarifa superior a la que les está permitida.

Según se desprende del escrito del señor Monasterio, en Madrid hay varios taxis -con franja roja- que únicamente están autorizados, por su cilindrada y capacidad, para prestar servicio como microtaxis, por lo que deberían llevar una franja amarilla.Pero, según el mismo escrito de este señor, parece ser que se ha autorizado tácitamente, por parte del Ayuntamiento de Madrid y de representantes de su Delegación de Circulación y Transportes, a la creación de unos taxis que están por debajo de las exigencias que las mismas ordenanzas municipales establecen para ellos. Por esa razón serían microtaxis. Sin embargo, en tanto se da el visto bueno total a su circulación como taxis. lo hacen con una franja amarilla -mierotaxis- de papel puesta encima de la roja ya pintada sobre la carrocería deleoche.

Cinco casos

El denunciante del hecho relaciona en su escrito no menos de cinco casos en los que se da esta circunstancia. Pero a ellos se puede añadir un cierto número de coches que circulando con su raya roja pintada, pertenecen, sin embargo, al grupo B de autotaxis, esto es, microtaxis.De acuerdo con esto, se estaría dando en Madrid una lenta desaparición de los microtaxis, para dar paso únicamente a los taxis. En sí, el hecho no tendría mayor significado si no fuera porque los primeros de ellos cobran una tarifa inferior a los segundos, a pesar de que su bajada de bandera es igual en ambos casos.

El señor Monasterio ha calculado que el perjuicio para los madrileños, en su conjunto, desde que se está produciendo este fenómenose cifraría en algo más de los 150 millones de pesetas, habida cuenta de que tienen que pagar más dinero por viajar en un taxi que no reúne las condiciones de tal, sino únicamente las de los microtaxis.

Todos estos hechos, puestos de manifiesto por el señor Monasterio en su escrito ante el alcalde de Madrid, se relacionan directamente con las luchas internas que se han venido sucediendo entre la Agrupación de Empresarios de Microtaxis de Madrid, que él preside, en virtud de su posesión de dos licencias, y la Agrupación de Empresarios de Autotaxis. Sin embargo, y a pesar de esas luchas internas y de saber a quien corresponden las responsabilidades en el tema, es, una vez más, el usuario de taxis de Madrid quien sufre las consecuencias.