Los judíos
Lo malo no es el congreso socialista. Lo malo es el Congreso judío que también se está celebrando o se ha celebrado en Madrid. Bueno. vienen a ser la misma cosa. Tal para cual. Ya lo previó don Ernesto Giménez-Caballero en el título que le puso a un libro que hizo amañando textos de Baroja y colocándole al pobre Baroja la boina roja de la unificación: Comunista, judíos y, demás ralea.
Bueno, pues ya están aquí los comunistas del ancho mundo. vistiendo piel de oveja navideña y socialista. y están los judíos celebrando un conareso. que no lo celebraban en España desde 1942. cuando les echó Isabel la Católica, poniendo el gesto enérgico de Aurora Bautista.
-¿Y la demás ralea"- quiere saber el parado.
-Bueno, la demás ralea somos usted y yo. O sea el gauchisme en general y el lumpen por libre.
Dionisio Ridruejo. del que ya he hablado aquí el otro día con motivo de sus memorias. pone a Giménez-Caballero, en su libro, como no digan dueñas, y por si no fuera cierta la invasión judeomasónica. se presenta en Madrid una nueva revista, Cosmopolitan, en la línea de las recientes Lui y demás, para enviciar al personal, debilitarle la médula y que cuando vengan los tanques de Moscú la casa sea para ellos un paseo por Alcalá. Maldición, estamos perdidos. que dirían Roberto Alcázar y Pedrín.
Es, ya digo, el primer congreso mundial judío que se ha celebrado en España desde la tan comentada expulsión por Isabel la Católica. Me lo dijo don Américo Castro después de noquear dialécticamente a Sánchez-Albornoz:
-Con la expulsión de los judíos, expulsamos de España la ciencia, la matemática, el progreso, que se tenían por cosa de judíos. Así nos ha ido.
Américo Castro descubrió el complejo judío de los españoles como Freud descubrió el complejo de Edipo de los niños malos. Los niños españoles. además de complejo de Edipo. hemos sufrido el complejo judío. o sea dos complejos (así crecimos de ruines), porque por Semana Santa nos obligaban a escupir a los sayones judíos que martirizaron a Cristo.
Cristo había sido esculpido por grandes gubías -Gregorio Fernández, Juan de Juni o Berruguete-, mientras que los pobres judíos se ve que estaban hechos de cualquier manera por el pinche del taller. Porque el arte es bujarrón por naturaleza, secunda siempre al poder, y tras la discriminación étnica vino la discriminación estética. y esos pobres sayones. madera de pino castellano, judíos errantes que han ardido en los hornos crematorios de Hitler, son los que ahora vuelven a España entonando la bella balada sefardita: Perdimos la bella Sión, perdimos también España, nido de consolación.
-Está usted camp dice el quiosquero-. Ahora lo progre es defender a los palestinos.
Yo me entiendo y bailo solo. Los judíos y los socialistas. Dos grandes traumas nacionales. dos razas estigmatizadas durante cuarenta años en todos los discursos oficiales y en todos los juegos florales, coinciden ahora masivamente en Madrid y resulta que no pasa nada. Rayos, nos atacan por la espalda. como diría el Guerrero del Antifaz. Venderemos caras nuestras vidas.
Me parece que Olof Palme, Willy Brandt, Pietro Nenni y Mitterrand tampoco venían a España desde 1492. Isabel la Católica expulsó, también por entonces, a los socialistas. Me parece que lo estoy viendo. Los expulsó para siempre e hizo nacer el primer sindicato vertical.
-Sigue usted vacilando, maestro -me avisa el parado-. El Brandt y el Nenni estuvieron en la guerra civil, uno de miliciano y el otro de reportero.
Nada. Alucinaciones históricas. El socialismo internacional fue expulsado de España para siempre, hace quinientos años, por una reina castiza. No, que ésa era la obra, la de Valle-Incián. Se ve que hoy no es mi día. Tengo que preguntarle a don Ernesto Giménez-Caballero. Sea como fuere, esto es el retorno de los brujos: socialistas y judíos. Adónde vamos a parar, y por si fuera poca cruz, encima el referéndum. Expulsamos a los judíos y luego expulsamos a los socialistas. Expulsamos a todo el mundo y nos quedamos sólo con Giménez-Caballero. Me pregunto si no hemos salido perdiendo.
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