Dos toros afeitados en Quito
Dos toros se lidiaron afeitados en la feria de Quito, según informe del veterinario de aquella plaza. Les correspondieron a Paco Alcalde y Luis Francisco Esplá. Tampoco vamos a extrañarnos por estas cosas: que se afeiten dos toros, y en el Ecuador, no hará rasgarse las vestiduras a los aficionados españoles. Pero lo curioso es que el caso se haga público y que esos toros pertenezcan a la ganadería de por fraude en la edad de las reses que este ganadero vendió para la plaza de Dax.
Parece como si alguien tuviera interés en cargar sobre las espaldas de Bohórquez todas las sospechas (o evidencias) de fraude quizá con el no muy sano fin de que los restantes ganaderos resulten purificados de toda culpa. ¿Sólo mienten en la edad los toros de Bohórquez? ¿Sólo Bohórquez afeita? Pero —apresurémonos a decir— el buen nombre del ganadero está a salvo, en este último aspecto, pues al parecer tiene en su poder un documento, suscrito por él y Pablo Lozano (a la sazón representante de la empresa de Quito), que responsabiliza a esta empresa de cualquier manipulación que pueda apreciarse en las reses, y mediante el que Bohórquez declina toda responsabilidad una vez embarcadas en su finca de Jerez.
No es nuevo eso de que los toros salgan limpios de la dehesa y aparezcan manipulados en el camino y en los corrales de las plazas.
