Köhl y Strauss reinician sus contactos

Helmut Kohl, presidente de la Unión Cristianodemócrata y Franz-Josef Strauss, líder de la Unión Socialcristiana bávara, dialogaron ayer durante cinco horas. Su conversación se produjo bajo la presión de acontecimientos que para ambos empiezan a tener un carácter irreversible.

De lo poco que se ha dicho, se infiere fácilmente que tanto Köhl como Strauss no han abandonado sus posiciones iniciales. El líder bávaro insiste en el divorcio a nivel parlamentario de cristianodemócratas y cristianosociales. Helmut Köhl, por su parte, sabe que sólo puede garantizar su supervivencia política un frente conservador sin fisuras.Para Franz-Josef Strauss el verdadero problema no es el partido filial cristianodemócrata, sino la personalidad de su líder. Para Köhl, el contrario está representado por un político frío, apoyado por un partido de características esencialmente regionales, es decir bávaras. Para Strauss, Köhl era indiscutible como candidato a la cancillería durante la campaña electoral. Después de la derrota de la oposición en los comicios del 3 de octubre, Köhl ha dejado de ser para el presidente de la CSU la personalidad en quien pudiera confiar la Unión.

En opinión de Strauss, Köhl ha de convertirse a los ojos de todos, en lo que estadísticamente es: el vencido. Como tal, debe abandonar el escenario político alemán. Con esta concepción, Strauss ha obligado al líder de la CDU, aunque no a su partido, al contraataque, Khöl, para sobrevivir, no tendrá más remedio que lanzarse al contragolpe. Un contragolpe que únicamente puede consistir en la «invasión de Baviera».

Entretanto, parece que también en las filas de la CDU empiezan a aparecer ciertas grietas de consideración. Algunos como el ultraconservador Drigger, se ofrecen ya abiertamente como alternativa al presidente de la CDU. O sea, que en las filas de la propia democracia cristiana hay quienes empiezan a hacer el juego de Strauss. Sobre este trasfondo, lo de menos parece la rápida destrucción de la unidad parlamentaria de una oposición conservadora escindida profundamente.