La CEE, sin iniciativa frente al Tercer Mundo
La sexta conferencia «cumbre» de jefes de Estado o de Gobierno de la Comunidad Económica Europea (CEE) concluyó ayer en La Haya, sin que los «nueve» adoptaran una política definitiva sobre los grandes problemas que en estos momentos pesan sobre el Mercado Común, entre ellos el del precio del petróleo y el de la «voz común» frente a los países productores de materias primas.Según todos los indicios, la CEE, en cuyo seno subsisten considerables diferencias políticas y económicas, agravadas por la crisis mundial, prefiere, por el momento, esperar a que el futuro Gobierno de Carter aclare su posición sobre la cuestión energética y la de las relaciones de las naciones industrializadas con el Tercer Mundo.
No obstante, el primer ministro holandés, Der Uyl, presidente del Consejo Europeo, sugirió en la conferencia de prensa con la que ayer concluyó la «cumbre», que los «nueve» podrían realizar «esfuerzos suplementarios» en la próxima conferencia de París (diálogo Norte-Sur, entre países desarrollados y subdesarrollados) para lograr un «entendimiento» entre los dos bloques.
Tales «esfuerzos» podrían consistir en el establecimiento de «precios garantizados» para las exportaciones de los Estados productores de materias primas, de acuerdo con un régimen similar al fijado por la Convención de Lomé, firmada en 1975 por la CEE y cincuenta Gobiernos africanos y asiáticos.
El canciller alemán Helmut Schmidt se opone, sin embargo, a que la Comunidad adquiera nuevos compromisos en materia de desarrollo. «Ya existen -dijo- foros internacionales que se ocupan de ello, como el GATT o la UNCTAD. Las naciones industriales han de pagar los nuevos precios del petróleo o, en caso contrario, subvencionar a los países en vías de desarrollo. Pero no pueden hacer las dos cosas a la vez. »
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