_
_
_
_
GENTE

Juan Guadaño,

cazador que se aventuró por terrenos dedicados a cría de toros bravos, en Galapagar ganaderia de Victorino Martín, fue gravemente corneado por una res, molesta tal vez con la sinfonía de disparos dedicados durante todo el día a las palomas. El animal estaba tan excitado que obligó a subirse a una encina -donde hubieron de permanecer largo tiempo- tanto al teniente de la Guardia Civil de la zona como a un hijo y a un sobrino del ganadero Martín, que habían acudido para advertir a los cazadores del peligro que podían correr. Finalmente, el propio señor Martín solucionó, junto con un colega. la comprometida situación.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_