Proyecto para hacer subterráneos los enlaces ferroviarios que parten de Atocha

El cierre del Segundo Cinturón de Ronda de Madrid, que actualmente se realiza de forma temporal por varias calles de la ciudad, podría verse concluido, si las autoridades municipales y las de Renfe llegarán a un acuerdo en este sentido, que habría de llevar a la desaparición de las estaciones de ferrocarril actualmente existentes o a su desplazamiento geográfico de ubicación -tal como se habló repetidamente con respecto a la de Atocha-, o su paso a convertirse en estaciones subterráneas que habrían de servir al antiguo proyecto de los enlaces ferroviarios de Madrid con pueblos de la provincia, cercanos al limite del término municipal de la capital. Lo mismo ocurriría, caso de que este proyecto se realizara, con las vías que actualmente unen las estaciones de Norte, Imperial, Peñuelas, Delicias y Atocha.

Desde que en el año 1970, se concluyó la parte construida del Segundo Cinturón de Ronda hasta ahora, esta vía urbana, de la mayor importancia para el tráfico de la ciudad, queda interrumpida en el cruce de la calle Doctor Esquerdo con la de Méndez Alvaro, al término de uno de los pasos aéreos para automóviles más largos de cuantos existen en Madrid.La razón por la que esta obra haya quedado interrumpida hasta ahora, sin que, por lo visto pueda continuar, estriba en el hecho de que la calle Doctor Esquerdo queda interceptada, a la altura de Méndez Alvaro, por todo un complejo industrial y por las vías que Renfe tiene instaladas en la zona, muchas de ellas en desuso, aunque siguen perteneciendo -vías y zonas de protección- a la compañía dependiente del Ministerio de Obras Públicas.

Se habló, en principio, de la posibilidad de realizar otro gran paso elevado que salvara estas dificultades físicas para que el Segundo Cinturón siguiera su camino, pero la inviabilidad de la obra estribaba en que las dimensiones de tal paso serían excesivas, sin que ofreciera la posibilidad al conductor que por él transitara de desvíos intermedios antes de la plaza de Legazpi.

La única solución viable, para que el cierre del Segundo Cinturón de Ronda se viera, por fin, convertido en realidad, parecía ser el que Renfe cediera los terrenos que ocupan vías y zonas de protección al Ayuntamiento de Madrid o, en su defecto, -la estación de Atocha, por ejemplo, está todavía en funcionamiento-, se llegara entre ambas partes a una solución intermedia que permitiera coexistir a ambos sistemas de transporte dentro de la ciudad.

Parece ser que, gracias a las reuniones que han venido manteniendo representantes municipales y de Renfe, la solución podría estar en bajar de nivel las vías ahora existentes y que, sobre ellas, discurrieran las calles que habrían de cerrar este cinturón.

Esta solución, que aparece absolutamente clara en el tramo existente entre la plaza de Ramón y Cajal y la calle Toledo -en donde el ferrocarril discurre a cielo abierto- se beneficiaría del desuso en que han caído -prácticamente total- las estaciones de Delicias, Peñuelas, Imperial y Norte, por lo que, durante el tiempo que duraran las obras, éstas no afectarían excesivamente al tráfico ferroviario de la ciudad, potenciado, además, con la extensión del servicio de la estación de Chamartín y la agilidad que a ésta le confieren los enlaces que circulan por el eje Norte-Sur desde la plaza de Castilla hasta la glorieta de Atocha.

Los más futuristas piensan ya en la posibilidad de que, en tres niveles diferentes, pudieran ir, de más profundo a cielo abierto, la línea de ferrocarril, una autopista contínua y una autovía que permitiera el acceso a las calles circundantes.

Sin embargo, uno de los razonamientos esgrimidos por Renfe hasta ahora, para no ceder los terrenos que ocupan las estaciones ,citadas al Ayuntamiento de Madrid, para conseguir el cierre de este cinturón de ronda, se basa en un proyecto acariciado por aquélla de creación de una red ferroviaria que uniera la capital con los municipios más próximos y que, en los últimos tiempos, han visto crecer su población en forma alarmante.

Éste antiguo proyecto de Renfe no quedaría, sin embargo, en el olvido con esta posible solución del cierre del Segundo Cinturón, ya que, bajo tierra, se podrían construir las estaciones correspondientes que habrían de dar servicio a este nuevo intento ferroviario destinado a las cercanías de Madrid.