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Algo más que política

Sería un error de perspectiva histórica limitar el alcance del debate que ha empezado hoy en las Cortes, a su simple valoración política, a creer que lo único destacable es la anécdota, la política por la política, las reglas del juego de por qué están los que están y cómo pueden estar los que quieren estar. A nuestro entender, la ley de Reforma Política que presenta el Gobierno lleva implícita la vida y el futuro españoles en su más vasto alcance, todo lo amplio que representa la palabra política en su alta y generosa expresión.Se trata, sí, de organizar la convivencia a partir de fórmulas que durante cuarenta años quedaron congeladas por haber asumido todos los poderes la figura militar más elevada después de la victoria en la guerra civil. Lejana en el tiempo la contienda y empujada España por generaciones nuevas y lógicamente impacientes, el origen del poder vuelve al único árbitro válido e indiscutible: el pueblo. Pero al margen de estas precisiones, -que son, sin embargo, necesarias- existe la presencia de España en el mundo y su obligada incorporación plena al mundo occidental, al que pertenecemos por la geografía, la historia, la cultura y la economía. Hemos de pensar que este pueblo que recupera su presencia en las decisiones es un pueblo que come, que bebe, que viste y que, habiendo aumentado extraordinariamente sus niveles de vida, aspira todavía a más y desea, sobre todo, que esta expansión del bienestar se generalice. Este pueblo ha de seguir faenando con sus pesqueros en los mares de la CEE, ha de enviar sus frutos a Europa, ha de participar de una ilusión común. Ya no puede ser el proscrito de Occidente.

En esta presencia hay que pensar y no en la retórica y pasada. Todo esto está en juego cuando se discute honradamente sobre política y olvidarlo sería un gravísimo fallo. No creemos, por ello, que en la voluntad de los procuradores esté ausente esta presencia real y efectiva del país. Creemos que, en estos momentos, se discute algo más que ideologías. Se discute, en definitiva, la necesidad de asumir una nueva etapa histórica que ha de ser más fecunda -y no es una frase convencional- para todos los españoles.

, 17 de noviembre

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