Esta tarde, "duelo" Blas Piñar-Fernando Suárez

La primera jornada del Pleno de las Cortes sobre la reforma política que esta tarde, a las cinco, dará comienzo, por el procedimiento de urgencia, estará dedicada a la presentación del informe de la ponencia y a la defensa y contestación de las enmiendas a la totalidad. EL PAIS ofrece un resumen de los diferentes planteamientos que serán expuestos hoy en el debate parlamentario que abrirá este Pleno histórico. El máximo interés se centra en el duelo dialéctico entre el procurador de ultraderecha Blas Piñar y el ponente reformista Fernando Suárez.

Manuel María Escudero Rueda defenderá esta tarde una enmienda a la totalidad que, aunque formalmente lo es, no significa de hecho una oposición al propósito reformista del Gobierno, sino la corrección del proyecto de ley en un sentido más progresivo.

El señor Escudero propugna que la representación territorial en el Senado corresponda a la región, y estima que la institucionalización de las regiones es tarea previa al establecimiento de un sistema bicameral.

Considera también que existe una laguna importante en proyecto al no proponer la desaparición del Consejo del Reino y al no restablecer el control del poder ejecutivo por parte de las Cortes. Asimismo defiende que se consulte sobre las normas electorales a los partidos políticos tradicionalmente importantes. El señor Escudero pide que para antes de la convocatoria de las elecciones se haya resuelto ya la disolución del Movimiento-organización y se hayan renovado todas las corporaciones locales y provinciales. Por último, el procurador guipuzcoano, solicita que se complete la amnistía. Al parecer, el señor Escudero no defenderá a ultranza su enmienda a la totalidad. A diferencia de lo que el citado procurador ha venido haciendo en las Cortes, en donde, junto a otros escasos procuradores, se batió siempre denodadamente en defensa de los derechos humanos y de las libertades ciudadanas, existen indicios de que el señor Escudero no insistirá estar tarde en su enmienda, con el fin de contribuir a la agilización del debate y al logro del objetivo final de la reforma: llegar lo más pronto posible a unas elecciones por sufragio universal.

José María Fernández de la Vega, procurador que ya enmendó la totalidad del proyecto de ley de asociaciones políticas, se opondrá hoy a la aprobación del proyecto de reforma política, por estimarla incompatible con el 18 de Julio. Declara que el Gobierno ha rechazado las vías evolutivas y perfeccionadoras del sistema y ha optado por la ruptura frontal y absoluta, en repulsa con el contenido ideológico-político del régimen nacido el 18 de julio, y en su opinión, perfeccionado por Franco.

El señor Fernández de la Vega vincula tal ruptura con la eliminación de los cauces orgánicos, la desaparición del Movimiento Nacional y la sustitución de lo que denomina democracia social por la democracia liberal, a la que censura duramente. Añade que tanto este Gobierno como el anterior buscan las soluciones a la reforma por la vía de los condicionantes extranjeros.

Blas Piñar López ha presentado al proyecto de reforma política la enmienda más radicalmente contraria a la misma, que esta tarde tendrá que defender en un diálogo parlamentario que se promete de gran interés, entre otras cosas porque frente a él se encontrará el ponente Fernando Suárez.

El señor Piñar argumenta en su enmienda que el proyecto de ley para la reforma política se halla en contradicción con la ley de Principios del Movimiento Nacional, así como que toda reforma de nuestro ordenamiento jurídico debe encaminarse a la perfección del sistema edificado sobre ellos y no a deteriorarlo, desmontarlo o sustituirlo por otro. Señala que el proyecto de reforma, además de estar en contradicción evidente con los ideales que dieron vida a la cruzada, viola los principios II, IV, V, VII, VIII, IX y X nada menos. Recuerda que los principios del Movimiento son, por su propia naturaleza, permanentes e inalterables, por lo que -plantea- o se deroga la ley de Principios, en cuyo caso se subvierte el orden constitucional y se cambia de Estado, o el proyecto de ley de reforma política es inviable.

En la misma línea, apela al juramento de los procuradores, en virtud del cual no se les puede pedir que voten una ley que viola lo que se obligaron a cumplir con la más estricta observancia.

Recuerda por último el artículo tercero de la ley de Principios, en virtud del cual «serán nulas las leyes y disposiciones de cualquier clase que vulneren o menoscaben los Principios.»

Fernando Suárez (por la ponencia) como anticipó EL PAÍS el pasado jueves, contestará a los tres enmendantes a la totalidad. Si se confirma la posible retirada de la enmienda del señor Escudero, sólo tendrá que habérselas con los otros dos, que son realmente los únicos que se oponen al propósito reformista del Gobierno Suárez.

Según medios allegados a la ponencia, Fernando Suárez estaba estudiando con especial atención la enmienda de Blas Piñar, en cuya contestación estaba poniendo especial esmero.

En línea con la respuesta escrita ofrecida por la ponencia, Fernando Suárez mantendrá la posibilidad de modificación de los Principios del Movimiento Nacional, dado que su pretendida inalterabilidad se refiere solamente a la naturaleza constitucional de la ley que los alberga, tan fundamental como las demás, pero no más que ellas. Para la ponencia -y ésta es la tesis que defenderá Fernando Suárez-, el único condicionamiento de la reforma es que se haga desde la legalidad constitucional vigente, y por tanto, de acuerdo con un procedimiento que culmina con la consulta directa, por vía de referéndurn, al pueblo español.