Lasuén: "La democracia es un producto exclusivamente urbano"
Con una conferencia de José Ramón Lasuén, catedrático de Teoría Económica de la Universidad Autónoma de Madrid y redactor del Manifiesto Socialista Democrático, ha finalizado el I Encuentro sobre Urbanismo.
El tema desarrollado fue «Enfoques alternativos sobre política urbana». Él conferenciante describió dos tipos de alternativa; parcial y global con una característica común, el de ser planes «dictados» desde la nación, o su delegación de poder, a la ciudad. Mencionó que toda política urbana ha padecido y padece de un exceso de «reduccionismo cientifista» y que su planeación se hace con independencia de lo que sucede en conjuntos más amplios, que son variables más importantes sobre el acaecer urbano que las que quiere controlar el planeador, lo que habitualmente produce excesos o defectos de la política establecida. Más adelante afirmó que la democracia, de hecho, es un producto exclusivamente urbano y que en la medida en que las ciudades han perdido parte de sus funciones constituyentes en favor de la nación, han impulsado la creación de naciones democráticas, pero a costa de perder su vitalidad. Finalizó manifestando que sea cual fuere la alternativa elegida, ésta sólo se podría aplicar en una estrategia urbana de descentralización radical de las grandes urbes hacia los pequeños entornos urbanos de su influencia.Al concluir el de bate, el señor Lasuén respondió así a la entrevista que con él mantuvo EL PAIS.
-¿Cuáles son los problemas urbanísticos más importantes con que se enfrenta el país, sus causas y medidas necesarias para corregirlos?
-En un sentido urbanístico estricto son problemas acuciantes la congestión producida por la alta densidad, el tráfico, la polución, etcétera. En sentido más amplio, la falta de recursos financieros, de competencia legal de gestión y la falta de representatividad. Las causas son varias, pero podemos destacar las inmigraciones masivas debido a la ausencia de una política industrial equilibrada entre las regiones y la política de urbanismo de infraestructuras básicas, y como consecuencia de un Estado centralista y autoritario. Por tanto, la solución radica en la descentralización industrial y del Estado, así como la democratización del mismo.
-¿Considera suficiente la participación ciudadana en la planificación urbanística?
-La participación es totalmente insuficiente. Se concreta en la crítica de los detalles finales de la planificación. El ciudadano debe participar en la formulación de objetivos y en la elección de soluciones anteriores a la planificación, para evitar que el planeador se convierta en un dictador ineficiente. Es necesario, pues, un programa de información anterior y la participación en él a través de entidades sociales o de partidos políticos.
-Uno de los temas más debatidos en la conferencia de hoy ha sido la especulación del suelo. ¿Cuál cree que es su importancia?
-La especulación del suelo es necesaria a nivel urbanístico, como a nivel económico lo es en la Bolsa. Lo que sucede es que debe ser una auténtica especulación; es decir, debe ser competitiva y precisa de un mercado libre e igual. Esto supone una corrección por vía fiscal de la riqueza y de la renta.
-¿No es bastante contradictorio que en este encuentro se manifieste una finalidad popular y se desarrolle en un nivel elitista?
-Pienso que el Encuentro ha resultado sumamente positivo y enriquecedor, aunque estoy de acuerdo con usted en calificarlo de elitista. Pero este defecto inicial se superará en reuniones posteriores, ya que si ha de tener éxito debe abrirse a una participación de todo el mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.