No hubo víctimas en el cementerio
la estampa, entre macabra y romántica, pero eso sí, insólita, de un aeroplano herido entre las tumbas de un cementerio de Chicago, seguramente se presentará este año al premio Pulitzer de fotografía. El avión, con Henry Syzmanowski y Bob Orlando a bordo, había despegado del aeropuerto de Midway. Fallaron los motores. Se precipitan en la noche cerrada. Morir en un cementerio. Pues no. Los dos ocupantes del avión resultaron sólo con heridas leves. Pero la estampa merece el homenaje de este espacio.
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