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Amenaza la crisis mundial del gas natural

A los tres años del embargo petrolífero, surge la amenaza de una nueva crisis energética: la del gas. Dos grandes países productores de gas natural, Irán y Argelia, miembros de la Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP) han cerrado el grifo, según informaba Le Noáveau Journal en su edición del viernes.

Los contratos de aprovisionamiento firmados serán cumplidos, pero no habrá más. Al menos, por ahora. Es cierto que el aprovisionamiento de gas natural a Europa está asegurado hasta 1985, pero son los precios los que, entretanto, amenazan con una gran subida.En efecto, los precios internacionales del gas natural, en equivalencia calorífica, son un 40% inferiores a los del petróleo, pero el gas natural es seis veces menos rentable que el oro negro. El coste del transporte es, además, diez veces más elevado que el del petróleo, debido a las condiciones específicas de canalización, así como al coste, en aumento constante, de las unidades de licuefación.

Después de reflexionar sobre estos inconvenientes del gas natural, ciertos países productores se preguntan el por qué no esperar a tiempos mejores, si por el momento se vive confortablemente con el petróleo. Argelia ha decidido poner fin a las disponibilidades del gas para la exportación. No es más que una pausa, dicen en Argel, después de la saturación del yacimiento de Hassi R'Mel, indispensable para hacer el inventario de las nuevas riquezas, pero más alejado de la costa que otros yacimientos. Un contrato de 40.000 millones de metros cúbicos por año con Europa (más que el consumo francés actual) ha sido ya aplazado para más tarde.

No más contratos

En Irán, el asunto es todavía más grave, El sha ha anunciado que su país no concluirá ningún contrato nuevo de exportación de gas natural en los próximos diez años. Estas son las razones:-Todos el gas conocido en Irán apenas representa la mitad de las necesidades del país, para mantener la presión de los yacimientos de petróleo.

-El doctor Reza Fallah quiere reservar la producción de gas al consumo nacional y a los usos potenciales más lucrativos.

A raíz de estas decisiones, numerosos intereses de Europa serán perjudicados, en especial por las inversiones que compañías, resultados de consorcios europeos, han realizado en Irán para descubrir los yacimientos de gas y la puesta en explotación de los mismos. Aunque Irán ha propuesto una indemnización de treinta millones de dólares al consorcio Ecogo, esta compañía -que ha descubierto las reservas de Kangan- ha invertido ya 140 millones de dólares.

Los países de la OPEP no podrían haber comenzado mejor los avisos de una crisis de gas. Sin embargo, ellos saben que la OPEP no se encuentra en la misma posición de fuerza que con el petróleo.

En efecto, un tercio de las reservas de gas natural está en la Unión Soviética y sólo otro tercio en los países de la OPEP. Europa, pobre en petróleo, posee el 8% de las reservas mundiales de gas natural.

En cualquier caso estas intenciones de Ia OPEP de librar su batalla en el frente del gas natural no son nuevas. El año pasado, en Libreville, manifestaron su voluntad de coordinar en el futuro los precios del gas, según los mismos principios que dictaron la política del petróleo, teniendo en cuenta, evidentemente, las características distintas del gas (poder calorífico más elevado, ausencia de polución, etc.).

La Unión Soviética, Nigeria y, con más urgencia que nunca, el Mar del Norte pueden ser nuevas fuentes de suministro de gas para Europa.

El suministro a España

En virtud del contrato firmado entre Enagás (Empresa Nacional del Gas) y Sonatrach (Sociedad Nacional Argelina), España no se verá afectada por la carencia de gas en los próximos veinte años. Según este contrato, Argelia suministrará a España 4.500 millones de metros cúbicos al año de gas natural, ya que los compromisos firmados serán cumplidos.

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