Scheel dificulta la objeción de conciencia en Alemania
El presidente de la República Federal de Alemania, Walter Scheel, ha informado al canciller federal Helmut Schmidt de su irrevocable decisión de no firmar la enmendada ley que reglamenta el servicio militar obligatorio en la forma presente, aprobada por el Bundestag. La enmienda de la referida ley atañe a la situación de los objetores de conciencia.El Parlamento federal había suprimido el «examen previo a la autorización de un servicio civil» para los objetores de conciencia, con lo cual, todo joven en edad militar podría optar por el servicio de armas o por el servicio de dependencias o instituciones de carácter civil a libre elección. El presidente federal ha alegado, en justificación de su negativa a firmar la nueva ley, «vicios de procedimiento» en su tramitación. En opinión de Scheel, esta ley necesita de la aprobación por parte del Bundesrat (Consejo Federal, órgano representativo de los Lander), o sea que su entrada en vigor dependería únicamente del cumplimiento de un «trámite» determinado en la constitución.
Sin embargo, muchos observadores alemanes consideran que esta medida del presidente federal, amén de la justificación procesual alegada, encierra además un fondo político. El propio canciller, que en tiempos fuera ministro de Defensa, es un decidido defensor del primado de la defensa militar del país, considerando que el derecho a la «Objeción de conciencia» ha de subordinarse a esta necesidad.
En este sentido, más o menos, se expresan también otros comentaristas alemanes. Gracias a la decisión presidencial, la mencionada ley seguirá discutiéndose por parte de los partidos de la coalición y de la oposición. Al final, lo más probable será que el Bundesrat termine por tomar cartas en el asunto, con lo cual, como demuestra la experiencia, la nueva ley saldrá bastante «aguada».
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