Simplificaciones

En el número 23 de octubre, Pablo Castellanos ha escrito un artículo que puede ser un ejemplo de a dónde conduce un análisis simplificador de la realidad.Pablo Castellanos ha simplificado y en consecuencia, tergiversado el sentido de los acuerdos del consejo político de Izquierda Democrática, celebrado en Miraflores. Afirma, nada menos, que para ID la ruptura democrática se reduce a un «simple proceso electoral». El «simple proceso electoral» consiste, nada más, en la celebración, por primera vez en cuarenta años, de unas elecciones con plenas garantías democráticas para formar unas Cortes constituyentes. El que ello se realizara supondría automáticamente el fin de la usurpación de la voluntad popular.

Lo que Izquierda Democrática ha querido subrayar es que el advenimiento de la democracia pluralista debe realizarse a través de la formación de un Parlamento constituyente elegido por sufragio universal, directo y secreto. Ese debe ser, en los actuales momentos, el objetivo prioritario de los demócratas. de quienes sinceramente lo son. Me resisto a considerar trasnochados a quienes siguen pensando que las urnas son una institución insustituible en toda democracia.

Pero quienes tenemos unas convicciones democráticas profundamente arraigadas, damos a las elecciones su pleno valor. No son ningún tipo de «trampolín», ni ningún cauce, entre otros, «aprovechable», cuando las circunstancias así lo aconsejen, para ejercer mayor influencia en la vida del país y, eventualmente, tomar el poder. Las elecciones son mucho más que eso: son la única forma en que puede llevarse a la práctica, en sociedades amplias y desarrolladas, el principio de la soberanía popular.

Hay una segunda tergiversación del abogado militante de base del PSOE. Afirma, refiriendose a los acuerdos de ID que «pedir tregua al movimiento obrero, sin haber pedido tregua en la represión sangrienta del poder y sus colaboradores... es un cíerto sarcasmo» (sic). Se refiere Castellanos a una resolución del consejo de Miraflores que dice textualmente: «aceptación de un principio de tregua. con renuncia a las movilizaciones callejeras por motivos políticos, durante el proceso de negociación Gobierno-oposición ». Por tanto, lo que ID ha propugnado es realmente: 1. La renuncia a las movilizaciones calljeras; 2. Que esa renuncia sea efectiva mientras dure -en el caso de que se inicie- el proceso de negociación Gobierno-oposición.