Graves problemas de transporte público en el barrio del Pilar
El incremento de la urbanización y edificación de la zona norte del barrio del Pilar ha creado, según la Asociación de Vecinos, una demanda adicional de transporte cuya satisfacción no ha sido paralela al incremento de dicha urbanización.«Los altos precios de los pisos, dicen los vecinos, han modificado el status de la zona y han dado acceso, cada vez en mayor medida, a propietarios de un nivel económico superior que se ven obligados a utilizar como medio de transporte público su vehículo particular.»
Los accesos a esta zona desde Madrid son en la actualidad la avenida de Cardenal Herrera Oria desde plaza de Castilla o desde Moncloa por El Pardo, la avenida de Betanzos desde plaza de Castilla o desde Cuatro Caminos por la calle Villaamil. La situación en que se encuentran estos accesos, con constantes embotellamientos, hace que, en hora punta, llegar al barrio del Pilar desde Cuatro Caminos o plaza de Castilla suponga tres cuartos de hora. Esta congestión actúa desfavorablemente en el funcionamiento del transporte público y «genera más altos costos sociales en término del tiempo perdido por los usuarios del mismo».
Además, la insuficiencia de medios de transporte obliga a la utilización de dos autobuses o autobús y Metro. La decisión del Ayuntamiento, hace tiempo, de prolongar la línea de microbuses M-3 desde la plaza de Cuzco hasta el barrio del Pilar, no es suficiente para aliviar los problemas de tráfico en el barrio y los usuarios ha de invertir casi una hora en el desplazamiento. «Los microbuses tienen una capacidad pequeña para la magnitud de la demanda propia de un barrio dormitorio, por lo que a las horas punta, y con la frecuencia que tiene, no proporciona un buen servicio el tener que esperar dos o tres microbuses para poder subir.»
La consecuencia de esta falta de capacidad es que los microbuses pierden uno de sus atributos característicos, la comodidad, porque los usuarios deben hacer el viaje de pie en muchos casos.
«Por lo general el aire acondicionado no funciona y, sin embargo, al usuario se le sigue cobrando el mismo precio que, en un principio, se justificó por un standard de servicio que en realidad no se cumple en las horas en que mas perentoria es la utilización del servicio.»
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