España plantea un nuevo entendimiento con Guinea Ecuatorial

El Ministerio español de Asuntos Exteriores parece estar realizando esfuerzos considerables para mantener las relaciones con Guinea en una vía de fructífera cooperación y amistad, después de que se ha levantado la clasificación de materia reservada para la información sobre el país hispano-parlante de Africa. España se propone «reestructurar» la cooperación e incrementar la ayuda a Guinea.La justificación de la materia reservada de Guinea durante los últimos cinco años fue presentada por un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores como una medida «para proteger la presencia de los españoles en Guinea». No obstante, este portavoz no pudo aclarar en qué términos había estado en peligro la seguridad de los españoles, excepto algunos casos de multas, detenciones y palizas. En todo el proceso de descolonización y primeros pasos del nuevo país independiente sólo se produjo un muerto español, y éste por un motivo accidental. Como señaló el portavoz, la descolonización del Sahara ha sido «casi la única independencia blanca (sin que los colonos blancos viesen su sangre derramada, n. del a.) del Africa».

El portavoz fue enfático en señalar que no había habido ningún otro motivo detrás de la decisión de poner la información sobre Guinea en el congelador. El portavoz negó reiteradamente las insinuaciones de que la materia reservada hubiese servido de cortina de humo para la ocultación de negocios oscuros por parte de miembros de gobiernos anteriores o de personas particulares.

Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Emilio Casinello, visitó Fernando Poo (hoy isla Macías), en febrero de este año, para consultar con los españoles las consecuencias del levantamiento de la materia reservada, según explicó el portavoz. Casinello presentó un informe favorable al levantamiento de la reserva informativa, que no pudo ser aprobado por el Consejo de Ministros antes del 14 de agosto, fecha de su renovación por otros seis meses. Actualmente, el Gobierno español considera superado el problema de la seguridad de los españoles, según se deduce de las declaraciones del portavoz.

El esfuerzo español se endereza a una más estrecha cooperación con Guinea Ecuatorial. España llevará a cabo obras de refuerzo de la pista del aeropuerto y de traída de aguas de Bata, por valor de 350 millones de pesetas. Después de la independencia, España ha contribuido al desarrollo de Guinea Ecuatorial con un monto de unos 1.400 millones de pesetas, según fuentes oficiales. Once convenios regulan todas las relaciones de España con Guinea Ecuatorial. Solo uno ha caducado sin renovación, el de comunicaciones telefónicas; Madrid está incomunicada telefónicamente con Guinea Ecuatorial desde hace días debido, al parecer, a fallos en el suministro eléctrico en Guinea.

El nuevo clima entre los dos países se refleja en el hecho de que el presidente Macías ha pedido que ocho profesores hispanoamericanos, cuyo contrato caduca, sean sustituidos por profesores españoles. Existen otros 33 profesores españoles en el país africano. En total, hay trescientos españoles en Guinea Ecuatorial, de los que doscientos son cooperantes y unos cien gente afincada de antiguo, con sus familias.

El Gobierno español parece estar dando muestras de querer superar el bache que ha ajenado a dos países llamados a hermanarse, y que comenzó a raíz del intento de golpe de Estado de Atanasio Ndongo, ministro de Asuntos Exteriores de Macías, en 1969. El presidente guineano siempre sospechó que en el intento habían participado miembros del Gobierno español. El portavoz del Ministerio de Exteriores español insistió en que el comportamiento de España en el proceso de descolonización fue absolutamente «limpio», sin conocimiento alguno de los planes del golpe.

En cuanto al status de los guineanos exiliados o emigrados en España que escogieron la nacionalidad española, se cree que se podrán regularizar muchas situaciones, preparándose un decreto sobre la nacionalidad española de esas personas, así como un proyecto de ley en que se equipara a los guineanos con los hispanoamericanos, a efectos laborales. En cuanto a las actividades de grupos guineanos de oposición a Macías en suelo español, el Gobierno, según el portavoz de Asuntos Exteriores, no puede intervenir sino dentro de los límites de un Estado de Derecho, guiado por el principio de no injerencia en los asuntos de otro país.