Los vecinos de Torrejón, insatisfechos con sus fiestas

La Asociación de Vecinos de Torrejón de Ardoz ha manifestado a EL PAIS que su condición de estar en trámite desde hace tres años ha hecho que entre ella y el Ayuntamiento del pueblo hayan mantenido una colaboración poco satisfactoria para la asociación durante las fiestas celebradas recientemente en la localidad. Según esta asociación, días antes de celebrarse las fiestas, todas las entidades ciudadanas del barrio fueron invitadas por el Ayuntamiento a colaborar en la confección de un programa de fiestas a fin de que no hubiera unas fiestas paralelas.Cuando las asociaciones vecinales asistieron a una reunión con el Ayuntamiento, se sugirieron actos tales como que la asociación colocara una caseta, teatro infantil, comida popular y chocolatada, organizar un festival de música folk y un ciclo de conferencias sobre temas socio-políticos. La comisión de festejos del Ayuntamiento calificó todas estas iniciativas de políticas, motivo por el que la reunión estuvo llena de dificultades, finalmente no se aceptó la idea de realizar el festival y se suspendió el teatro infantil. Para la comida popular, antes mencionada, en principio se habían prometido 75.000 pesetas, cantidad que finalmente quedó reducida a 30.000 pesetas.

Ante esta situación, la Asociación de Vecinos y Amigos de Torrejón de Ardoz pensó en retirarse de la comisión organizadora de los festejos «por comprender que era una maniobra en base a evitar las temidas fiestas paralelas», pero no llegó a hacerlo para demostrar a los vecinos que la asociación había intentado colaborar, y que «lamentablemente, se le respondía con maniobras ».

Una vez finalizadas las fiestas, la asociación solicitó permiso para realizar una asamblea en la que se informaría a todos los vecinos de lo sucedido, pero fue desautorizada por el Gobierno Civil porque «la asociación estaba en trámite».

La Asociación de Vecinos de Torrejón lamenta, que después de esperar tres años su legalización, la regularidad de su situación se produzca con tanta demora, condición que hace que la comunicación entre los vecinos del pueblo sea poco menos que imposible.