_
_
_
_
_

El público malagueño, descontento con las prohibiciones

El pasado lunes llegaron por la tarde, con breve intervalo de tiempo, los dos equipos que hoy miércoles a las nueve y media de la noche disputarán el encuentro de ida, en La Rosaleda, valedero para la Copa de Europa. El Real Madrid se encuentra en un hotel de Torremolinos, mientras que el Brujas tiene su cuartel general en Benalmádena Costa, a un kilómetro escaso de los madridistas. La delegación del Real Madrid, con su presidente al frente, se aloja en un hotel del centro de la capital.Tanto Bernabéu como su plana mayor se han esforzado en atraerse las máximas simpatías. Agasajos a lo medios informativos malagueños, visitas a peñas madridistas y declaraciones llenas de halagos en un afán de tener el máximo apoyo en su difícil partido de esta noche. El público ha respondido muy bien, y los encargos de entradas se han hecho de todas las provincias limítrofes. El lleno, pensamos, será hasta la bandera y constante el aliento de un público al que se le han hecho una serie de recomendaciones emanadas de directrices de la UEFA, pero que a cierto sector no le han sentado bien, porque son consejos inútiles para cualquier persona civilizada. Así, no, se venderán almohadillas, habrá prohibición total de saltar al campo antes o después del partido, queda limitado el número de fotógrafos de prensa y se añade una prolija enumeración de normas implícitas en la más mínima educación.

Si en los graderíos todo va a estar a punto en el terreno de juego creo que las cosas se complican. Miljanic tiene por costumbre dar el día antes la formación del equipo, y en esta ocasión se ha excusado hasta ver el once flamenco, también por definir. Desde que la suerte deparó al Brujas como rival del Madrid, Miljan Miljanic no ha dejado de estar en contacto con su antiguo maestro, Pavic, que fue entrenador del cuadro belga y conoce a la perfección a la mayoría de sus elementos. Las bajas de Benito y Del Bosque tienen tres candidatos: Uría, Rubiñán y Roberto. Si diera entrada a Roberto, Guerini se retrasaría, dejando su puesto al zancudo extremo. Tenemos, pues, el esquema sobre el siguiente equipo. Miguel Angel, en la puerta; Uría, Sol, Pirri y Camacho, para la defensa; en el centro, Breitnet, Velázquez, Rubiñán o Guerini, y en punta, Jensen, Santillana y Guerini o Roberto.

A la llegada del vuelo charter del Brujas no vimos al austríaco Happel, su entrenador, y es que arribó a Málaga el día anterior; fue espectador en La Rosaleda- del Málaga-Sevillay esperaba a su equipo en el hotel. Numerosa expedición belga con su presidente, Declerq, al frente. Diecisiete jugadores y varios de ellos tocados en el último encuentro. Tampoco Happel suelta prenda en cuanto a alineación, pero conocedores del equipo belga nos dan una formación que no diferirá mucho de la de esta noche: Jensen; Bastions, Decubber, Leekens, Volders; Cools, Courant, Valdereyken; Le Fevre, Davies y Lambert.

Tanto Happel como Miljanic se muestran cautos en cuanto a pronóstico. La primera aspiración de Happel es la de conseguir algún tanto, ya que los goles en campo ajeno tienen doble valor «y mi equipo -dijo- suele marcar en sus desplazamientos». No obstante, el esquema belga está basado en un 4-4-2 precautorio, y el Madrid en un 4-3-3 ofensivo. En fin, habrá que esperar hasta esta mañana o esta tarde para conocer las formaciones definitivas, y en las que Pavic tiene la mayor importancia como consejero constante de su compatriota Miljanic.

Pocas horas faltan para que se resuelvan todas las dudas; incluso las del resultado en este partido, primero de competición europea que se celebra en Málaga, con el arbitraje del irlandés John Carpenter. Más de ochocientos seguidores del Brujas en los gadreríos, junto con los 35.000 espectadores des que harán lo posible para que el Madrid se sienta como en su propia casa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_