China: manifestaciones contra la "conspiración de los radicales"
Mientras Diario del Pueblo lanzaba un violento ataque a la URSS por su política «expansiva en el Pacífico sur» y reaparecía el ministro de Ferrocarriles, Wan Li, íntimo de Teng Hsiao-ping, en varias ciudades arrecia la campaña de críticas contra el grupo radical, que según rumores, sin confirmación oficial, intentaron asesinar a Hua Kuo-feng después que éste hubiese sido designado sucesor de Mao en una reunión del Buró Político.
Rumores insistentes que circulan por la capital china afirman que Chiang Chin y los otros tres miembros radicales del Buró Político fueron detenidos por orden de aquel organismo, al intentar, en un golpe de Estado, asesinar a Hua Kuo-feng.En relación con el complot izquierdista, la agencia yugoslava Tanjug informaba ayer que la viuda de Mao intentó implicar en el golpe al comandante militar de Pekín, Chen Hsi-lien, representante de la tendencia moderada, que se opuso al complot. La misma agencia yugoslava, citando fuentes solventes de Pekín, informó que Chiang Chin se enfrentó a Hua Kuo-feng, en una reunión posterior a la muerte de Mao. Tanjug dice que los radicales propusieron como presidente del partido a Wang Hong-wen y la viuda de Mao criticó a Hua, calificándole de «incompetente para dirigir al partido» a lo que el nuevo presidente contestó que «sabía cómo solucionar los problemas». Después de dos duras reuniones, el Buró Político, con excepción de los cuatro radicales, dictaminó que Hua Kuo-feng sucedería a Mao.
Al parecer, tras esta decisión se convino el arresto de los cuatro rebeldes. Tanto Tanjug como el New York Times coinciden en sus informaciones en que tres soldados resultaron muertos cuando el Ejército procedió a arrestar a Chiang Chin, Wang Hong-wen, Chang Chun-chiao y Yao Wen-yuan.
Mientras tanto, la campaña de desprestigio contra los «ultraizquierdistas» prosigue en la prensa y las calles. Ayer, millares de personas se manifestaron en Shangai, llevando pancartas con la efigie de Chiang Chin colgada de una horca, pidiendo que los «ultraizquierdistas fueran derribados». En relación con la prensa, Diario del Pueblo publicó el jueves un editorial comentando la justa línea elegida por Mao en la conferencia de Tsunyi (1935) contra el «oportunismo de izquierda».
También se están celebrando mítines en fábricas y escuelas de Pekín en apoyo de Hua y criticando la conspiración radical. Noticias procedentes de Hong-Kong aseguraron que Hua Kuo-feng había preparado el terreno para su ascensión definitiva desde su nombramiento en febrero, destinando a zonas del interior a unidades militares comandadas por oficiales de reputación radical.
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