¿Cinco años por ir a Canarias?

HOY FELLINI puede rodar un juicio en Zaragoza. Una señora de 21 años está ahora sentada públicamente en el banquillo de los acusados Un acusador privado pide para ella cinco años de prisión menor y 50.000 pesetas de multa. Su delito: haber viajado al archipiélago canario en compañia varonil distinta a su marido. En suma: a esta mujer se la quiere meter ni más ni menos que en la cárcel bajo la acusación de haber, presuntamente, yacido con un hombre que no era el suyo por legislación canonica o civil.Curiosamente, esta mujer va a ser juzgada por hombres. Esos hombres -a quienes el Código Penal tipifica muy benevolentemente su conducta sexual fuera del matrimonio- acaso no sentirán despreciada su autoridad si remedamos las palabras de Cristo sobre la primera piedra a arrojar por los limpios de toda culpa sobre el pecador. Unos hombres se aprestan a juzgar a una mujer por un presunto delito del corazón. Al margen del «melodrama». hay que señalar que la legislación española en esta materia es antifeminista e increíblemente obsoleta. Mientras las mujeres pueden ir a la cárcel por un solo pecado de adulterio (digámoslo así), a los hombres hay que demostrarles amancebamiento duradero y no ocasional. En conjunto, la legislación sobre las relaciones familiares en España es tan arcaica que da miedo o risa contemplarla.

Rogamos que se nos entienda. Hay cosas que -pese a su gravedad- no pueden tomarse en serio. Cosas como que en Zaragoza se pidan nada menos que cinco años de cárcel para una mujer por presunto adulterio. Con todo el respeto que nos perece la Justicia -que se limita a administrar códigos, a veces obsoletos-, nos parece que sentar en un banquillo a esta señora de 21 años no es otra cosa que una prueba de atraso social, cultural, político y jurídico.