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Un programa para la supresión del paro presenta el líder democristiano en Alemania

Los telespectadores alemanes tuvieron ocasión en la noche del jueves de asistir a la intervención del candidato a la cancillería de la oposición, Helmut Kohl, quien, con visible riesgo, se enfrentó en una fábrica siderometalúrgica de Renania del Norte/Westfalia con un auditorio cuyas simpatías por los socialdemócratas saltaban a la vista. Helmut Kohl presentó a la opinión pública alemana un programa de «acción inmediata» para la supresión del desempleo, en caso de ganar las eleccciones.

Para el líder de la Unión Cristianodemócrata el punto esencial de su hipotética gestión al frente del Gobierno federal sería la superación del paro y la creación de nuevos puestos de trabajo con ayuda de exenciones fiscales dirigidas, que deberían favorecer por igual a los trabajadores y a los patronos. Especial importancia con cede Kohl a la supresión del desempleo entre la juventud y al numerus clausus en las universidades, que un Gobierno conservador pretende hacer desaparecer en 1977 con una «acción concertada».Ironía socialdemócrata

El portavoz del Gobierno federal, Gruenewald, agradeció a Kohl el anuncio de su programa de acción inmediata, que habría que considerar -apuntó- como un «elogio» a la labor desarrollada por socialdemócratas y liberales ya que no constituye otra cosa -dijo-, que el programa de los partidos gubernamentales, con la única excepción de los «regalos» en materia fiscal ofrecidos al electorado. Regalos -añadió- por valor de «miles de millones,de marcos», de que tampoco Kohl podrá disponer en, caso de salir triunfador de las urnas. En opinión de Gruenewald, Kohl ofrece su partido a los electores como una «copia» de la coalición social-liberal.- En el acto televisado, los espectadores alemanes tuvieron la posibilidad de contemplar a un Kohl acusadamente mermado en sus facultades físicas por una agotadora campaña electoral. Con serenidad se defendió contra un auditorio hostil que le fustigó sin compasión, estallando en carcajadas en más de una ocasión. Espe- i cialmente cuando Kohl quiso justificar las disidencias entre oposi-ción y coalición en el terreno de la ostpolitik.

Strauss acusa al SPD de «cooperación con los comunistas»

El auditorio no admitió, en resumen, la «posibilidad de nuevas negociaciones con la República Democrática Alemana», prometedoras de éxitos superiores a los logrados por el Gobierno social-Iiberal. Mientras que el presidente de la Unión Cristianodemócrata anda a la caza de votos con su estilo pater nal y levemente provinciano, el otro líder conservador, Franz Joseph Strauss, arrecia en sus ataques contra el SPD, al que acusa de «cooperación cada vez más intensa con la propaganda comunista». Según Strauss, existe un sinfin de pruebas en este sentido. Al mismo tiempo, se defendió contra las acu saciones que últimamente se han dirigido contra él por supuestos contactos íntimos con grupos de extrema derecha en Grecia. Strauss ha ido concentrando sus ataques cada vez más en Willy Brandt y Helmut Schrnidt, mien tras que trata con visible deferencia a Hans-Dietrich Genscher y sus arnigos liberales. De esta actitud discrirninatoria sólo puede deducirse que el líder cristianosocial bávaro sigue con vencido de que con los liberales cabe en un futuro no muy lejano una «alianza táctica». Al mismo tiempo, podría inferirse de esta actitud la escasa confianza de Strauss en un triunfo de la Unión Cristianodemócrata en las elecciones, actitúd en que eventualmente habrían influido las recientes encuestas demoscópicas que vuelven a señalar la victoria presumible de la coalición.

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