Soares anunciará hoy drásticas medidas económicas

Se espera que esta noche el primer ministro portugués revele la verdadera situación del país y anuncie importantes medidas para resolver la crisis económica. El aumento de los impuestos, la reducción de salarios de los altos funcionarios, la restricción de las importaciones y del consumo de gasolina, serán, según se cree, los puntos esenciales de su discurso, que tratará también de convencer a los portugueses de «la necesidad de apretarse el cinturón».El primer ministro portugués, Mario Soares, pronunciará esta noche un importante discurso ante las Cámaras de la televisión sobre la «política general del Gobierno». Es esta la primera vez que Soares se dirige directamente a los portugueses para hablar de la situación del país, y, sobre todo, de la coyuntura económica.

Hasta ahora, el Gobierno socialista se ha limitado a «expresar su preocupación» sobre la situación de las empresas nacionalizadas o a exigir tímidamente un «aumento, de la productividad», pero en esta ocasión se cree que el primer ministro va a intentar preparar psíquicamente a los portugueses para los duros tiempos venideros, según han manifestado a EL PAIS fuentes cercanas al Gobierno.

Parece que Soares anunciará, sin concretar, «medidas económicas drásticas» cuyos puntos más importantes se traducirían en una reducción de salarios para los altos funcionarios públicos, un aumento de los impuestos y un corte importante en las importaciones de bienes no esenciales.

Otra medida que Soares dará a conocer en su discurso, se refiere a la restricción de la circulación de automóviles a causa de la necesidad de ahorrar gasolina. Esta medida en cuanto a su aplicación podría ser de dos tipos: circulación alternativa según el número de matrícula durante los fines de semana, o distribución por los centros de trabajo de «vales de gasolina», con un número limitado de litros mensuales.

No obstante la finalidad esencial del discurso del primer ministro portugués será la «Creación de conciencia», la «motivación» de los ciudadanos del país vecino, más o menos, aunque con otro sentido, lo que Vasco Gonçalves consiguió hace año y medio, cuando los portugueses trabajaron masivamente un domingo. Soares no pedirá un nuevo «domingo de trabajo», pero intentará convencer a los portugueses a que «trabajen y produzcan más».

Los portugueses esperan nerviosos el discurso del líder socialista, mientras algunos partidos situados a la derecha de Soares afilan ya sus armas para criticar «por irrealista» los proyectos del actual Gobierno monocolor. A pesar de que las críticas más fuertes al programa de Gobierno en la Asamblea de la República partieron de los comunistas, no se cree que en esta ocasión Alvaro Cunhal y sus partidarios se enfrenten directamente a las medidas que Soares anunciará hoy.

Ofensiva de la derecha

La derecha, desde hace unas semanas, está desarrollando una ofensiva hablando de crisis gubernamentales o inflando desmesuradamente los conflictos laborales, con la aparente intención de plantear a corto plazo el «Gobierno recambio», en el que lógicamente participarían ellos. Tanto la extrema derecha como el Centro Democrático Social, caminan en este sentido, mientras que el Partido Popular Democrático (centro), está decidido a esperar prudentemente su oportunidad, convencido del fracaso del Gobierno Soares. Prudente será también Soares en su discurso, que concretará pocas cosas. El líder socialista esperará tranquilamente las reacciones después de saturar a los portugueses por medio de la prensa y la televisión, a la cual volverá el domingo con los directores de dos semanarios lisboetas (Expresso y O Jornal). Después, Soares encargará al ministro de Hacienda la ejecución de las medidas concretas.