Protestas y revueltas en cárceles italianas y británicas
Los malos tratos a los presos en cárceles británicas y los retrasos en la aplicación de la reforma del régimen penitenciario italiano originaron ayer, protestas airadas y revueltas en varios establecimientos carcelarios de Gran Bretaña e Italia. La casi totalidad de los 34.000 recluso s de la población penal italiana, protagonizaron diversos motines. En la cárcel de Turín, por ejemplo, unos 2.500 presos se apoderaron del recinto interior del penal desde el lunes pasado, Y se mantienen aún fuera de sus celdas.
Algunos políticos, preocupados por esta situación, han tratado de intervenir. pero no se descarta que el Gobierno recurra a la fuerza para restablecer el orden dentro de los penales. Lo que los presos italianos ponen en entredicho, en realidad, es todo el sistema penitenciario y las condiciones de vida, en ciertos casos infrahumanas, de las cárceles italianas.
En la prisión británica de Hull, los presos protestan por los malos tratos que reciben. La cuestión adquiere sin embargo una mayor connotación política por tratarse en algunos casos de miembros del IRA provisional y otros detenidos considerados como peligrosos, que han sido internados en aquella prisión, considerada una de las más seguras de Inglaterra.
Los manifestantes se concentraron en el tejado de la cárcel de donde de todas maneras no parece que vayan a ser desalojados, ya que el ministro del Interior, con la habitual flema británica, ha declarado que «pueden permanecer allí todo el tiempo que quieran».
Los presos insisten no obstante, en que se abra una investigación sobre la brutalidad con que los oficiales de la prisión tratan a los internados. La protesta cobra particular relieve porque coincide con la publicación en Dublín, Londres y Estrasburgo, del informe sobre torturas llevadas a cabo por agentes británicos en las cárceles del Ulster.
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