Namibia: un ultimátum de la ONU sin consecuencias

Una vez más un ultimátum de la ONU no ha tenido consecuencias. Ayer, un día después de expirado el plazo concedido por las Naciones Unidas a Sudáfrica para que proclamara la independencia de Namibia (Sudoeste africano), los blancos de aquel país ratificaban que no habrá cambios por el momento.

Mr. Dick Mudge, vicepresidente del Partido Nacional, en el poder en Pretoria, declaró que hasta que no se forme el Gobierno provisional previsto por los blancos en la reciente Conferencia Constitucional de Windhoek, que fijó el 31 de diciembre de 1978 como fecha para la independencia de Namibia, no habrá ningún cambio en el país.

Mr. Mudge, probable futuro primer ministro de Namibia, partió ayer hacia Pretoria para visitar a Vorster, antes de la entrevista de éste con el secretario de Estado norteamericano, H. Kissinger el próximo fin de semana. Al parecer, el primer ministro sudafricano quisiera que los dirigentes blancos de Namibia mostraran una mayor moderación que cree un clima más favorable a sus conversaciones con Kissinger.

En cualquier caso, en Pretoria se constata que en su discurso del martes, Kissinger se abstuvo de criticar la decisión de la Conferencia Constitucional de Windhoek, y se refirió fundamentalmente a Rodesia, reiterando su conocida posición sobre la inevitabilidad del acceso al poder de un Gobierno de mayoría en aquel país.

La próxima Asamblea General de la ONU, de la segunda quincena de este mes, será importante probablemente, y ya los líderes africanos protestan por la insistencia que se hace en Rodesia -un asunto ya maduro-, y preconizan que se aborde ahora la cuestión del Africa del Sur y Namibia.

Sam Nujoma, líder de la organización nacionalista SWAPO, declaró ayer, al aproximarse el encuentro Kissinger-Vorster, que está dispuesto a discutir la independencia del territorio con el premier sudafricano, siempre que sea bajo los auspicios de la ONU, y a exponer personalmente sus puntos de vista a Kissinger.