"Miramos con ira a los que, desde un poder no conquistado, se proponen la destrucción de las instituciones"

«Miramos con asombro hasta con ira a quienes se han propuesto desde la impunidad de un poder que no conquistaron, la destrucción sistemática de las Instituciones del único Estado que supo superar los viejos antagonismos» dijo ayer José Antonio Girón, procurador en Cortes y miembro del Consejo del Reino, durante el homenaje tributado a Juan García Carrés, por el Sindicato de Actividades Diversas, en, Marbella (Málaga).Asistieron al acto el general Iniesta Cano, el alcalde de Marbella y diversas autoridades de Málaga. En el homenaje, que fue tributado en un hotel marbellí, fue entregado a Juan García Carrés el Sol de Marbella, galardón concedido por el Ayuntamiento de la ciudad.

El señor Girón de Velasco, tras ensalzar al señor García Carrés, pronunció un discurso que fue cortado por los aplausos de los asistentes, en varias ocasiones. Se refirió al momento actual de la política española y dijo entre otras cosas:

«España camina a la deriva porque impulsan sus velas vientos antiguos y el triple Ilamamiento a la disgregación nacional se impone al armonioso v comunitario resurgir de otros días».

A esto añadió: «Los partidos políticos, con sus luchas sectarias, los separatismos, con sus resentimientos estériles, y las clases, con sus treguas rencorosas, vuelven a determinar el norte de las ambiciones nacionales».

Dijo que para conseguir una convivencia nacional pacífica es necesario un sentimiento nacional justo, fuerte y unido, y se preguntó por la posibilidad de lograr este objetivo si el Estado renuncia a promover y protagonizar esa misión, para convertirse, en cambio, en árbitro.

«Nosotros -continuó diciendo- no podemos creer en el contrato liberal que deja al individuo al azar de ser dominado por la clase o el grupo mejor organizado».

Más adelante, José Antonio Girón, dijo: «Hay quien quiere defraudar a la historia para volver en interés dé pocos al punto de partida de nuestra propia tragedia»

Hizo referencia también al fomento de la indisciplina laboral como una de las causas de la destrucción de una «economía edificada por los trabajadores a pulso». En su opinión al pequeña y mediana empresa agonizan y serán sustituidas por un colonialismo económico y financiero, de carácter privado.

«Pero quienes traten de oscurecer el porvenir de España tendrán que enfrentarse con nosotros. No vamos a facilitar el camino a los traidores» terminó diciendo.