Francisco José II,
soberano del Principado de Liechtenstein, celebró ayer, lunes, su septuagésimo cumpleaños. Como presente de aniversario, su Gobierno le regaló una reproducción exacta de la antigua corona de la dinastía, que desapareció hace más de dos siglos. Francisco José II, a su vez, firmó una ley en virtud de la cual se otorgaba a la mujeres voto para asuntos y elecciones locales, derecho femenino que aún ha de ser aprobado por los votantes masculinos en varios concejos o parroquias del reducido y montañoso país, que cuenta con una población de 23.700 habitantes.
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