La ley Electoral, clave del diálogo Gobierno- oposición

Este comunicado de la agencia Cifra difundido a las nueve menos diez de la noche de ayer, ha despertado la atención de los principales grupos políticos. En efecto, atribuir al Gobierno una negociación formal con la oposición y concretamente con el Partido Comunista, es una novedad de relieve, sobre todo en la agencia informativá menos distante del mundo oficial.Otras fuentes, también competentes, han hecho llegar a EL PAIS una información que no coincide enteramente, sin embargo, con la de la agencia Cifra.Presumiblemente la ley electoral -prácticamente redactadá- es tema prioritario para el nuevo Gobierno. El presidente y el ministro de la Presidencia, señores Suárez y Osorio, podrían considerar que en la situación presente resulta más fácil lograr una respuesta favorable de las Cortes. Si estas Cortes (cuya legislatura expira el próximo 30 de junio) no concedieran la respuesta mayoritariamente aprobatoria que el Gobierno espera, éste podría acelerar la marcha hacia el referéndum, con el que despejar el diferendo Cortes- Gobierno. Si el voto de las Cortes fuera favorable al proyecto de ley electoral, el Gobierno podría retrasar el estudio del referéndum hasta noviembre. Algún medio próximo al Gobierno ha dejado traslucir un moderado pero sostenido optimismo sobre las posibilidades de este texto en las actuales Cortes: se confía en que ¡casi todas las resistencias podían ser neutralizadas.Por el momento no -existe información solvente sobre el texto del proyecto de ley electoral, ya presuntamente terminado. En este sentido, los grupos políticos analizan en estos días cuidadosamente la personalidad de los 20 nuevos gobernadores civiles, para obtener de ello un indicio sobre los propósitos del Gobierno a la hora de arbitrar los primeros, comicios. De todo este, conjunto de posibilidades -si son confirmadas-, cabría extraer algunas conclusiones: en . primer término parecería clara la pfirnacía concedida por el Gobierno a la ley electoral, por encima de otras reformas de las Leyes Fundamentales (bicameralismo, ley de Sucesión), que serían preteridas por ahora.

En segundo lugar será necesario observar los próximos contactos del Gobierno y la oposición: porque por el momento esos contactos se limitan a dos fundamentales, democristianos y socialistas. Quedan, por ahora, fuera del diálogo tres sectores: derecha liberal, Partido Comunista y partidos regionales (especialmente catalanes y vascos). Por su parte, el Partido Comunista ha puntualizado la información de la agencia Cifra en un doble sentido: no ha existido, por ahora, ninguna negociación Gobierno-PCE; el PCE no cree que tal negociación pueda realizarse fuera de Coordinación Democrática.

El sector más amplio de la derecha liberal ha expresado sus dudas sobre una inmediata propuesta conjunta de la oposición democrática al Gobierno, en respuesta a los diálogos recientemente mantenidos por el presidente. Esa propuesta conjunta, señala la misma fuente, debería elaborarse cuidadosamente y ello no parece posible hasta septiembre. En cualquier caso, añade, existe ya un acuerdo fundamental fuera del cual no podría entablarse un diálogo viable: igualdad de condiciones electorales para quienes están dentro del régimen y quienes están fuera de él, lo que equivale a la apertura de una fase constituyente. Este término clave -constituyente- ha sido, según parece, utilizado por los interlocutores, democristianos y socialistas, del presidente del Gobierno.