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Casi el 20 por 100 de los bosques de Galicia ardieron este verano

Se ha dicho que Galicia ardía por los cuatro costados. Desgraciadamente, la afirmación tuvo poco de metafórica ya que hubo días en que los incendios forestales cubrían una gran parte del territorio gallego. Los servicios de lcona y las fuerzas de la Guardia Civil llegaron a detectar más de cien focos incendiarios en la misma jornada, y los medios con que cuentan (varios aviones, alguna avioneta y distintos puntos de socorro extendidos por la región) resultaron escasos totalmente para efectuar con eficacia el combate de la inmensa llamarada que llegó a ser Galicia, sobre todo en los últimos días de julio y en la primera quincena de agosto.«Como esto siga así -declaró a EL PAIS el presidente de la Cámara Oficial Sindical Agraria de La Coruña, Graino Amarelle- dentro de poco ya no queda qué quemar. Estamos sufriendo la peor desgracia que nos puede ocurrir, y todo ante la pasividad de las autoridades que, ni en un solo caso, establecieron de verdad lo que pasaba. Si alguien roba en un comercio o mata a una persona, la policía se moviliza como es debido y tarda pocos días, generalmente, en dar con los culpables. ¿Por qué no sucede igual con los incendios forestales? Esto significa, ni más ni menos, un abandono, más en el que está sumido el maltratado campo gallego. El Gobierno tiene medios suficientes para acabar con los incendios o, por lo menos, para establecer quién está quemando el monte sistemáticamente. Nosotros pedimos que los utilice con urgencia y que informe de los resultados.»

Datos para una hoguera

Solamente en la provincia de La Coruña ardieron, en lo que va de año, por encima de las 18.000 hectáreas de monte arbolado. Otro número considerable de hectáreas se quemó en monte bajo. En Lugo, según los datos Provisionales que facilitó lcona, el fuego destruyó 6.500 hectáreas de monte repoblado y 8.500 de matorral. El citado organismo lleva controlados más de 300 incendios en la provincia. De ellos, el 52 por 100 es de origen intencionado; el 25 por 100 se debe a causas desconocidas; el 16 por 100. a descargas eléctricas atmosféricas rayos, y el 7 por 100, a negligencias varias (cigarrillos, hogueras. etc.). Se da la circunstancia de que, en esta provincia, una zona que en otros años había tenido escasa incidencia incendiaria arde continuamente este verano. Es la zona costera del norte de Lugo, municipios de Viveiro, Foz, Ribadeo, Burela y Cervo.En la provincia de Orense controló Icona, 217 incendios hasta el 14 de agosto, con una superficie afectada de 8.843 hectáreas de arbolado y 2.950 hectáreas de monte raso. Los municipios más castigados por el fuego fueron los de Laza, Maceda, Cástrelo do Val, Verín. Oimbra, Ríos, Viana do Bo lo,A Veiga, Mulnos, Toen, Cenlle, MeIon, Avjon, Beariz, Boboras, Castrocaldelas, A Rua y Rublana. Se calcula que el 52 por 100 de los casos es de causalidad claramente intencionada. A causas desconocidas (incluyendo los casos de Intencionallidad dudosa) se atribuye el 23 por 100. A rayos, el 21 por 100. y, a otras causas (quema de pastos, fogatas de los pastores, fumadores, accidentes de carretera, etc.), el 4 por 100. Tanto en esta provincia como en la de Lugo, fue mucho mayor este año el número de incendios provocados por rayos y ello se debió a la incidencia de las tormentas en los meses de mayo y junio.

Un dato importante, referido a la provincia orensana, es que el 34 por 100 de los casos se registró en montes vecinales que ya habían sido calificados y entregados a los vecinos. En teoría, este hecho podría contradecir la explicación que se ha dado alguna vez acerca de que muchos de los incendios provocados podrían deberse al descontento de los campesinos gallegos por la no administración de sus montes en determinados casos. En lo que se refiere a Pontevedra registró leona 504 incendios hasta el 16 de agosto. Se quemaron 6.650 hectáreas de arbolado y 3.850 de monte raso; el 60 por 106 de todas ellas en montes particulares. Alrededor del 80 por 100 de estos casos tuvieron origen intencionado. Son incendios que empiezan en las horas de madrugada y que suelen tener varios focos de fuego.

En total, hasta mediados de agosto, van ardidas más de 55.000 hectáreas gallegas. Más que en cualquiera de los años anteriores. Exactamente, el 1,8 por 100 de la superficie total de Galicia quedó este año reducida a cenizas, pero el porcentaje es más revelador si se calcula con relación a la superficie forestal, nada menos que el 19,9 por 100.

¿Quién quema Galicia?

«Esto, aparte del desastre que ya significa en la actualidad por las cuantiosas pérdidas económicas que ocasionaron los incendios, va a representar todavía mucho más en lo que concierne al futuro del suelo gallego. Cuando lleguen las lluvias, hay que imaginarse lo que va a pasar. Por este camino, Galicia se convierte en terreno desértico e inhabitable en un futuro no lejano".Esta afirmación tomada al delegado provincial de lcona en Pontevedra, coincide con muchas otras que EL PAIS ha podido recoger de diversos sectores agropecuarios de la región. Cordo Diéguez vicepresidente de la Cámara Sindical Oficial Agraria de La Coruña, se lamentó de la poca eficacia que pueden tener las medidas tomadas por el Gobierno para paliar la sequía y, por lo tanto, los incendios. «Habría -dijo- que tornar el ejemplo de Francia y, prohibir totalmente cualquier exportación de henos, pulpas, melazas, cereales, etcétera, que buena falta nos van a hacer a nosotros. Al mismo tiempo sería necesario controlar y evitar todo tipo ele especulación con los precios de estas materias. Y. por decirlo una vez más, la administración debe agilizar de una vez la concesión de créditos y subvenciones para todos los agricultores y ganaderos afectados.» Fuentes muy distintas consultadas por EL PAIS coincidieron en señalar la necesidad de acabar con la plaga incendiaria. Desde sindicatos de la oposición, como Comisions Labregas, hasta las hermandades locales de labradores y ganaderos, se especula día a día sobre la intencionalidad del fuego destructor. Avionetas que arrojan objetos supuestamente incendiarios, anónimos que aparecen amenazando con proseguir la quema. ¿Quién va a aclarar los incendios de los montes gallegos y a ponerles término? A lo peor hay que esperar a que Ileguen las lluvias de otoño.

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