Los vecinos consideran ilegal la asociación de San Lorenzo

Dos actos vecinales suspendidos por orden gubernativa, un boletín mensual y un número de socios que no alcanza los doscientos, podría ser el resumen de la historia de la Asociación de Vecinos de San Lorenzo-Colombia. Sin embargo, esta asociación, nacida en octubre del año pasado, «es considerada ilegal por los vecinos». El secretario de la asociación, Emilio Iglesia, manifestó ayer a EL PAIS «la tremenda equivocación de confundir el ser ilegal con el estar en trámite».

Al parecer, esta confusión se debe a que ya en el acto de presentación de la asociación, al que asistieron unas trescientas personas, hicieron su aparición varias dotaciones de policía que impidieron el acto. Ante esta prohibición, de los trescientos asistentes sólo se inscribieron en la asociación diez o quince personas, «ya que el resto creyó que nuestra asociación estaba prohibida, cuando en realidad estamos en trámite e intentando solucionar los problemas del barrio».Este barrio, situado tras el casco urbano del barrio de Hortaleza, posee en la actualidad 4.000 familias en bloques de casas de cinco y diez pisos. «Los problemas más sentidos de la zona son las ratas y las escuelas». El problema de las ratas se debe, según los vecinos, a la gran cantidad de locales comerciales que quedan por vender en la zona, así como a algunas escombreras existentes en la zona este de la barriada y a la recogida de basuras, que se realiza a las doce de la mañana. De esa forma, los desperdicios que quedan no son recogidos hasta la mañana siguiente por el servicio de limpieza.

Ante este aumento de ratas, encontramos con frecuencia en quintos pisos y, a veces, hasta en décimos, la asociación solicitó del Ayuntamiento que el barrio fuera incluido en la campaña de desratización. «A pesar de ello, consideramos que las medidas tomadas por el Ayuntamiento son insuficientes, ya que el método usado no ha conseguido resultados positivos».

Sobre el tema de las escuelas, el secretario de la asociación informó a EL PAIS que no existe ninguna guardería, escuelas maternales o centros estatales que solucionen el problema del barrio. «Los casi cinco mil años en edad escolar deben asistir a colegios situados fuera del barrio, ya que los pocos centros privados no son suficientes». Esta insuficiencia persistirá mientras no se realicen los tres colegios previstos, dos de ellos a largo plazo y el otro con un presupuesto aprobado de ochenta y cuatro millones, que espera desde el 9 de junio su publicación para concurso en el Boletín Oficial de la Provincia.

A esta falta de centros educativos se suma la inexistencia de un Centro de Formación Profesional, que solucionaría las necesidades de Ventas, San Blas, Hortaleza y Canillas.

Parques

«No existe ni un solo parque público donde los vecinos puedan respirar.» Según parece, el barrio sólo cuenta con zonas verdes de uso público, una de las cuales abarca el cemnterio de Hortaleza. «Nos dijeron que el terreno se dedicaría a zona verde ocho años después de que se enterrase el último cuerpo. Sin embargo, continúan los entierros y ya hace catorce años que el barrio se construyó.»Las otras dos zonas verdes se construirán, en el futuro, al mismo tiempo que una zona deportiva, que tendrá un campo de fútbol y una piscina. El resto de los problemas existentes en la zona abarcaría a los dos tendidos eléctricos aéreos, «uno de ellos tuvo que ser movido porque chocaba con una de las casas que se estaban construyendo», y que causó la muerte de una niña, el año pasado, en el barrio de Canillas.

Por último, la falta de señales de circulación, puesto que «el Ayuntamiento no ha puesto todavía ni un semáforo» y los dos únicos y difíciles accesos de la carretera de Canillas a Hortaleza, y una calle muy estrecha del pueblo de Hortaleza, hacen que la zona «se convierta en un peligro, tanto para peatones como para automovilistas».