El Ayuntamiento de Vigo desmiente la posibilidad de peligro sanitario

«No hay el menor riesgo para la salud como consecuencia de las restricciones de agua» ha asegurado a EL PAIS un portavoz del Ayuntamiento, desmintiendo los alarmantes rumores propagados en medios informativos nacionales, que atribuían a medios competentes la afirmación de que podría haber problemas sanitarios muy graves y aconsejaban que se cortase el turismo en tanto no se garantizase el suministro de agua a la población. Las dificultades surgidas en el abastecimiento (EL PAIS, 3 de agosto) se deben a la sequía y no tienen mayor importancia que en otras muchas ciudades españolas. Si acaso, cabe acusar de imprevisión al Ayuntamiento, por no haber construido a tiempo la presa de Eiras, que está a punto de ser terminada, aunque no podrá embalsar por falta de caudal suficiente en el río Oitaven. Esto no justifica alarma alguna, sin embargo, según se deduce de un amplio informe elaborado por los servicios sanitarios municipales, que han realizado numerosos análisis de agua, tanto de la que suministra el servicio municipalizado como de la que extraen muchos vecinos de la periferia de pozos propios. Una comisión de hoteleros de la ciudad se entrevistó ayer con el alcalde para plantearle los problemas que crea a sus negocios la restricción de agua: se suministra de seis de la mañana a dos de la tarde, y en algunas zonas se producen cortes, previo aviso, a las once de la mañana, para distribuir mejor los 24.000 litros diarios de que se dispone, que es menos de la mitad del consumo habitual de la ciudad. El Ayuntamiento, a petición de los industriales, procurará dar mayor presión a algunos puntos de la red de aguas para atender la demanda de los hoteles y que puedan llenar sus depósitos, al propio tiempo que atenderá aquellos casos justificados que exijan el abastecimiento suplementario mediante cisternas. Los propios hoteleros han lamentado la difusión de noticias alarmantes, de las que pueden ser ellos los primeros perjudicados. Autoridades sanitarias han iniciado una investigación, según fuentes municipales, recibiendo garantías de que ningún funcionario dependiente del Ministerio de la Gobernación ha dado las noticias alarmistas que se han propagado. En la mayor parte de las ciudades gallegas se anuncian restricciones en el suministro de agua, al igual que en Vigo. También en otras poblaciones de la región, Obras Públicas y los Ayuntamientos han sido incapaces de prever los problemas que podría crear a la lluviosa Galicia, donde prácticamente no ha llovido en los últimos cinco meses, una sequía. Pero los embalses, o no se han hecho, o se han construido con dimensiones insuficientes.