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En septiembre regresarán Dolores Ibarruri y Carrillo a España

«En cuanto a mi vuelta al país, lógicamente después de esta amnistía me deberían dar el pasaporte. De todos modos yo creo que ya se puede decir a estas alturas, porque ése es un delito al que sí «alcanza esta amnistía, que yo llevo ya seis meses trabajando en España sin el permiso del Gobierno». Con esta primera respuesta ha mantenido Santiago Carrillo ayer una conferencia de prensa tumultuosa y abarrotada en la sede de la prensa romana, con que el Partido Comunista Español presenta a la opinión pública mundial su carné de identidad tras la celebración del comité central del Partido, en un lugar desconocido a puerta cerrada, que ha durado dos días.

, A partir de esta reunión de Roma, el carné de identidad o la ficha anagráfica del partido deja de ser clandestina para ser más clara y precisa: el comité central estará compuesto por 142 personas y el pleno por 36 miembros. En las deliberaciones de estos días el partido ha estudiado el modo de llegar a ser un gran partido de masas que cuente con 300.000 miembros, aun antes de salir de la ilegalidad. Como método, se abandona la organización celular que evoca formas secretas e invisibles de actividad y se crean amplias agrupaciones comunistas en los lugares de trabajo, de estudio y en las barriadas que celebren asambleas públicas, en las que se debatan y resuelvan abiertamente las cuestiones políticas y de organización.El comité central cuenta con 57 militantes obreros, seis trabajadores del campo, 22 empleados, 54 intelectuales, profesionales y artistas. Promedio de edad cuarenta y cinco años. De menos de treinta y cinco años hay 32 camaradas, 68 menos de cuarenta y cinco y 30 de más de sesenta años, es decir, de la generación que hizo la guerra. La mayor parte de sus miembros han pasado por las cárceles de Franco con 485 años acumulados cumplidos y siete penas de muerte conmutadas. Cinco miembros del comité han estado más de veinte años en prisión.

La presencia femenina es todavía insuficiente, con sólo 17 mujeres.

Orientación del partido

Políticamente el partido sigue orientado hacia la ruptura democrática pactada, hacia el fortalecimiento y extensión de Coordinación Democrática y el Gobierno provisional de reconciliación nacional que convoque con plenas garantías unas elecciones constituyentes. El socialismo al que tiende es pluripartidista, democrático, según han declarado sus líderes. El comité central ha aprobado la postura sostenida en la reciente conferencia de Berlín y confirma su posición independiente, no sujeta a ninguna disciplina internacional. Los comunistas españoles dicen querer cooperar a una solución constructiva y democrática de los problemas de España y están a la espera de una respuesta de los poderes públicos.

El fuego de las preguntas de toda la prensa occidental ha sido intenso, graneado. Carrillo ha contestado con seguridad, demostrando tener bien atados todos los cabos de su ideología y de sus planes.

«Lo que va a ser España lo va a decidir el pueblo español y no la política intervencionista de Kissinger.» Los comunistas van a afrontar la situación con los mismos métodos y diseños ya usados: «No es que entremos en España, es que estamos ya en España». Los comunistas quieren crear una atmósfera que permita el diálogo incluso con los adversarios políticos. Hasta tanto no se creen esas condiciones ellos dicen que irán «naturalmente a la movilización de masas, a la presión de la masa, esperando que se desarrolle por cauces pacíficos. Eso depende del Gobierno y no de los comunistas. Los comunistas no creen que la revolución sea simplemente el acto de tomar el poder. La revolución empieza cuando se está en el poder. Si el poder no es tomado democráticamente y no tiene el apoyo de la mayoría del pueblo es muy difícil hacer de verdad una transformación democrática».

En cuanto al contenido revolucionario, Carrillo ha precisado que «los medios fundamentales de producción y cambio van a pasar de ser a lo largo del proceso revolucionario propiedad social, es decir, que la gran propiedad capitalista va a ser suprimida, lo que no quiere decir que los pequeños y medios propietarios no puedan seguir conservando sus propiedades durante largo tiempo». Es más, según Carrillo, el socialismo necesita forzosamente de la cooperación de esas capas sociales, porque su destrucción de una manera radical provoca siempre una deteriorización de fuerzas productivas, de servicios, que redunda en perjuicio de la población..., eso entraña una revolución en la cultura, en la moral...

Regreso en septiembre

Muchas preguntas han sido hechas por periodistas españoles-. ¿Cuándo retornará Dolores Ibarruri a Madrid? Carrillo ha respondido: «Espero que Dolores vaya a descansar unas semanas y que regrese a Madrid a primeros de septiembre».

La rueda de temas ha proseguido: para Carrillo todo español es recuperable, todos los que estén por la devolución de la soberanía al pueblo son españoles y merecen respeto sus opiniones. El Estado tendrá que hacer un acto de justicia histórica y pensionar a los exiliados. La emigración económica en Europa ha de ser también poco a poco recuperada. Sería un error querer que cada región pidiese desde el primer día la autonomía. El ejército intervendría en nombre de la unidad nacional. La diferencia táctica es que Cataluña, el País Vasco y Galicia -dijo el señor Carrillo- son nacionalidades indiscutibles. Las otras hay que estudiarlo a fondo.

Carrillo no cree posible un golpe de Estado hoy en España. Sería, a su juicio, una aventura que no contaría gran parte del ejército. Carrillo ha subrayado que democracia no significa disolución del ejército, no significa antimilitarismo, pero sí condena la presencia de bases americanas en España, como las de cualquier otro país, no importa qué país, incluidos los socialistas.

A lo largo de una hora se han ido acumulando los problemas más candentes de la cuestión española. «A los comunistas no les compete discutir sobre la existencia de Dios ni van a intervenir en los asuntos de la iglesia.» Ahora bien, la jerarquía «demostraría gran lucidez, si no se complica la vida y la de los demás tratando de reducir el pluralismo político de los cristianos».

Decisión del pueblo

Los comunistas españoles creen, por ahora, en un acuerdo que es transitorio, en que participan obreros, intelectuales, pequeña y media burguesía y pequeños sectores del capitalismo..., ese compromiso o acuerdo durará hasta lograr las libertades políticas. «A partir de ahí -ha dicho Carrillo- la diferenciación de clase se establece más clara y las alianzas van a cambiar.»

En cuanto al Rey, Carrillo no tiene opinión alguna. «Sólo conozco algunos discursos de los que es responsable el Gobierno. El pueblo español de forma democrática tiene que decidir el régimen político. Si el pueblo decide por la monarquía la acataremos, pero q e los monárquicos acaten también la república, si el pueblo decide por la república.»

Según Carrillo, España está ya inserta en el cuadro de la economía europea, pero «tenernos todas las desventajas y ninguna de las posibles ventajas de pertenecer a Europa». La Europa unida es de hecho una comunidad del capital monopolista y la izquierda europea unida tendría que luchar por una comunidad verdadera.

Refiriéndose, por último, a la convención republicana española del exilio, Carrillo ha precisado que le merece el mayor respeto el Gobierno republicano español en exilio, pero que se trata de una república irreal y fantasmagórica que rompió las relaciones con los comunistas, en virtud de no sé que guerra fría. Pensamos que es una reliquia, ha reiterado Carrillo.

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