La izquierda francesa contra la prohibición de celebrar el 50 aniversario del Partido Comunista catalán

Las autoridades francesas prohibieron ayer el acto organizado por el Partido Comunista francés, en honor del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), con motivo del 40 aniversario de su fundación. El festejo estaba previsto para el domingo próximo, en un terreno de Argelés, cerca de Perpignan, que es propiedad del PC francés. Debían intervenir los líderes del PSUC y del PCE, señores López Raimundo y Carrillo, entre otras personalidades políticas francesas y españolas.La razón en la que se apoyó el prefecto de los Pirineos Orientales, para suspender el acto, aludía a la ley de 1901, según la cual, el PSUC y el PCE están prohibidos en España y no pueden ser autorizados para actuar ilícitamente en Francia.

La reacción de la izquierda francesa fue vigorosa e instantánea, al considerar se trata de un atentado, gravísimo, contra las libertades más elementales en Francia, ya que el organizador del acto es el PCF.

A última hora de la noche, ayer, aún no se conocía el resultado de las iniciativas del Partido Comunista francés y del Partit Socialista, ambas destinadas a obligar al Gobierno a revocar su prohibición. El grupo de parlamentarios franceses denunció el hecho ante el Ministerio del Interior. EI diputado de París, señor Vaillot, declaró a EL PAIS: «No hemos protestado, simplemente, sino que hemos exigido que el acto pueda celebrarse. Por nuestra parte no hemos suspendido la preparación.» En el mismo sentido añadió: «Si nos hemos dirigido al ministro del Interior, es porque tenemos razones para creer que tendrá que volverse atrás. El Partit Socialista también se ha dirigido a las autoridades regionales.

Los comentarios sobre esta transgresión de la Ley, por parte del Gobierno francés, anoche, dieron lugar a comentarios múltiples: ya ha empezado a funcionar el espíritu de Puerto Rico, ¿quién manda en París, Suárez o Giscard? Se esperaba que, este viernes, el Ministerio del Interior respondiera a la intervención de los parlamentarios comunistas y a las gestiones de los socialistas. No se excluía, ni mucho menos, la celebración del acto.