Discriminación a los alumnos españoles

Un grupo de padres de alumnos españoles, estudiantes en las escuelas italianas de Madrid, denuncian en un escrito remitido a los medios de información en el que se denuncia la situación discriminatoria a que los estudiantes españoles están sometidos.Durante el pasado mes de mayo, de manera fortuita, los padres de alumnos españoles se vieron sorprendidos por el descubrimiento de maniobras procedentes de una minoría de alumnos de padres italianos que, al parecer, lesionaban directamente sus intereses y sus derechos. El hallazgo de un ejemplar de un boletín emitido por un Comité de Padres de las Escuelas Italianas de Madrid provocó la reacción de los padres de alumnos españoles que suponen un cincuenta por ciento de los estudiantes en estos centros. El boletín, según el comunicado, proponía la eliminación total de los alumnos españoles en los niveles maternales, no admisión de alumnos españoles al nivel equivalente al primer curso de la Enseñanza General Básica, aun de aquellos que se encontrasen actualmente cursando la maternal y reducción del alumnado español a partir del primer curso de bachillerato (hasta obtener un número de veinticinco alumnos por aula).

El comunicado especifica que estas medidas iban encaminadas a eliminar a corto plazo a todos los alumnos españoles del colegio e infringir un derecho tan básico como es el de la continuidad en la enseñanza. Los padres españoles consultaron a las autoridades escolares y consulares de quienes dependen estas escuelas. Las dos coincidieron en no reconocer a dicho comité y no tomar en cuenta sus decisiones. Estas decisiones, sin embargo, son inapelables cuando provienen del Consorzio delle Casse Scolastiche, que rige la economía y la administración de las escuelas.

Las escuelas italianas de Madrid funcionan en virtud de un acuerdo cultural suscrito por España e Italia y reciben una subvención del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano. El comité de padres pretende que esta subvención se aplique exclusivamente a financiar los gastos de enseñanza de sus propios hijos y sólo de ellos, según especifica el comunicado, «lo cual contraviene todo el espíritu democrático de la constitución italiana según la cual la enseñanza sería gratuita para la totalidad del alumnado sin distinción de nacionalidades, como sucede de hecho en territorio italiano».

«En vista de que la eliminación masiva del alumnado español no ha podido ser puesta en práctica, el Consorzio delle Casse Scolastiche, haciéndose eco de las pretensiones del Comité de Padres, ha arbitrado dos fórmulas para conseguir los mismos fines, si bien a más largo plazo: negar la entrada de niños españoles a los niveles maternales, con lo cual se les cierra el paso a los demás niveles por ser norma del colegio no admitir en primer curso de Enseñanza General Básica a quienes previamente no conozcan la lengua italiana, y elevar las cuotas en un cien por cien para los españoles, lo cual comportaría que los que no se fuesen por su propia voluntad acabarían sufragando la enseñanza de los alumnos italianos.»