"Estoy preparando una nueva versión del Diccionario de la Filosofía"

José Ferrater Mora, catedrático de Filosofía del Bryn Mawr College, de Pensilvania (USA), está en Madrid, con motivo de grabar una entrevista para el programa de televisión A fondo. Un viaje rápido que nos permitió mantener, con él una breve entrevista.-¿En qué obra trabaja actualmente?

-Bueno, llevo un año preparando la sexta versión, corregida y ampliada, del Diccionario de la Filosofía, obra en la que no creo termine hasta el próximo octubre.

-¿Qué supone corregir y ampliar una obra de estas características?

-Pues supone, entre otras cosas, reescribir o escribir de nuevo, según los casos, cerca de tres mil folios. Piense que el Diccionario, en su última versión de 1965, de la que se han hecho tres reediciones, constaba de dos volúmenes de unas mil páginas cada uno. La versión que publicará Revista de Occidente se compondrá de tres volúmenes, de unas 1.200 páginas cada uno.

-¿Cuántos términos, conceptos y nombres engloba?

-Pues en la versión que ahora preparo calculo que se incrementará en unos 500 nuevos términos y nombres, y he corregido o modificado, en ocasiones, unos 600 más.

-Quizá la pregunta salga por sí sola; ¿por qué este empeño por sistematizar y clasificar una materia tan flexible y variable como la Filosofía?

-El Diccionario está hecho con la intención de realizar en español lo que existe en las lenguas universales: grandes repertorios de información, elaborados con rigor y seriedad y que puedan ser usados, por gentes de otras lenguas. Por otra parte, es evidente que en cada nueva versión se modifican los términos necesarios, sin llegar a negar lo escrito anteriormente, pero siempre añadiendo los nuevos datos.

-Si el Diccionario es la obra ferrateriana de mayor envergadura, al menos cuantitativamente, José Ferrater prepara un ensayo filosófico sobre el Ser, hacer y deber ser, con una ayuda de la Fundación Juan March.

-Hasta ahora me ocupaba de cuestiones como la filosofía general, filosofía del lenguaje y filosofía de la ciencia, es decir, del mundo que hay, que existe. Pero se supone que hay cosas que no existen y que deberían existir. El libro plantea, o intenta plantear la relación que hay entre lo que existe y lo que debería de existir. Un ejemplo que simplificaría la cuestión sería el de discernir entre los ideales morales y los ideales políticos. El ideal político es algo que no existe y que, sin embargo, debería existir.

Es probable que la próxima visita de Ferrater, exiliado en 1939 y que desde hace años visita periódicamente el país, aunque con pasaporte norteamericano, sea en abril, con motivo de un seminario de filosofía en la Fundación Juan March. Sin embargo y pese a ser lo esencial en su trabajo la filosofía, no le ocupa todo su tiempo. Desde hace unos seis años, escribe, produce, dirige y fotografía películas en 16 milímetros, documentales y de ficción. Ha publicado un libro recopilador de algunos de sus guiones -Cine sin filosofia- y resulta imposible tratar de describir con palabras la minuciosidad técnica de sus películas. Valga el decir que se las plantea con el mismo rigor que cualquier profesional. En este viaje, trajo consigo su última producción, Venecia 23, documental impresionista de la ciudad italiana.

Política de España y de USA

La charla discurre ya por derroteros informales en los que no existen las clásicas preguntas y respuestas. A José Ferrater le sorprende el por qué no se legaliza al Partido Comunista, o cuando menos no piensa que ello conllevará al desastre y el caos. Sobre las elecciones norteamericanas asegura rotundamente que las ganará Jimmy Carter. «Otra cuestión sería si se presentase Betty Ford, que es mucho más popular que su marido, sobre todo después de las declaraciones sobre la marihuana y las relaciones prematrimoniales, y creo que ganará Carter porque Ford no tiene ninguna personalidad, o no la suficiente como para ser votado masivamente.»Al preguntarle sobre la impresión del estudiantado con respecto las elecciones, señaló que la postura más extendida dentro de la Universidad se podría resumir en algo así como «despiértenme cuando acabe todo esto».