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Los consejeros nacionales piden que el juramento real abarque también a los Principios del Movimiento

El Rey y el heredero de la Corona tendrán que jurar los principios que informan el Movimiento Nacional, si el Gobierno acepta y las Cortes aprueban la sugerencia acordada por los consejeros nacionales que integran la sección primera del Consejo Nacional. Para ello, previamente, dicha sugerencia tendría que ser incorporada al informe no vinculante sobre el proyecto de ley de Sucesión a la Corona, que el Consejo deberá aprobar el próximo martes.

La sección primera -Principios Fundamentales y desarrollo político- concluyó a mediodía de ayer el informe sobre el proyecto de ley de Sucesión a la Corona, iniciado la tarde anterior. Para ello, el presidente de la Sección, Jesús Fueyo, convocó a los consejeros a las 9.30 de la mañana. Cuando hacía las 10 se inició sólo había 18, exactamente dos consejeros por cada uno de los nueve periodistas presentes.Todo, pues, fue más fácil.

Los consejeros que habían presentado sugerencias al artículo tercero -López Rodó, Piñar y Fernández de la Mora- no estaban presentes y se aprobó el criterio de la ponencia, según el cual la decisión del Rey en orden a los matrimonios de las personas reales y de sus inmediatos sucesores deberá tomarse, no sólo oído el Consejo del Reino, como dice el proyecto de ley, sino de acuerdo con el Consejo del Reino.

Los artículos cuarto y quinto se aprobaron sin modificaciones. La propuesta de Fernández Sordo y Andrés. Vázquez de que se establezca que el príncipe heredero asumirá el título de Príncipe de Asturias no fue aceptado por la ponencia.

En el artículo sexto, López Rodó pretendió que se sugiera al Gobierno que la Regencia, al asumir las funciones de la Jefatura del Estado atribuidas al Rey, no pueda, en cambio, asumir la facultad de aprobar una ley que altere el orden de sucesión en la Corona. La ponencia, por boca de Eduardo Navarro, estimó que no era necesaria esa exclusión y que existía toda clase de garantías en ese sentido.

Otra batalla perdida por López Rodó fue la relativa a intentar que la suplencia del Rey no implique la asunción de todas las prerrogativas regias. A título de ejemplo, López Rodó señalaba que durante una ausencia del Rey, su sustituto no debería tener capacidad para designar senadores o conceder títulos nobiliarios. Licinio de la Fuente, por la ponencia, estimó innecesaria esta cautela.

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Los Principios del Movimiento

Sin otras novedades, dignas de especial mención, se fueron aprobando los restantes puntos del informe de la ponencia. Sólo el tema de la jura real de los principios del Movimiento originó unas intervenciones más interesantes.

El tema lo suscitó Mónica Plaza, que no se mostró conforme con que el Rey y el heredero de la Corona se limiten a jurar las Leyes Fundamentales del Reino. Por la ponencia, Eduardo Navarro, recordó que tales principios están ya incluidos como una de las Leyes Fundamentales que el proyecto establece que han de jurar tales personas reales.

Pero la inquietud de Mónica Plaza se mostró muy pronto compartida por. Antonio María de Oriol, Fernando Hernández Gil, Francisco Ruiz Jarabo, Blas Tello, Salas Pombo, García Ramal, Pinilla, Pardo Canalís, Adán García, García y Rodríguez-Acosta. Parecía una votación nominal. Hasta el punto, que Fernández Sordo sugirió corno más eficaz que intervinieran sólo quienes estuvieran en contra de la propuesta.

Mónica Plaza insistió en que el Consejo Nacional debía defender la separación que se ha venido haciendo entre las Leyes Fundamentales y los Principios, y afirmó que así resultaba más contundente el acatamiento de lo que la señorita consejero entendía como una superley. Si se ha dado el primer paso de la marginación del Consejo Nacional en la ley de Partidos, ornitir la alusión a los principios es un paso segundo -argumentaba Mónica Plaza- que no se debe dar desde esta casa.

López Bravo estimó que resultaba triste tener que defender esta fórmula de juramento, que hay que mantener por ética y congruencia, partiendo de que el Rey Juan Carlos juró tales principios.

Nota aclaratoria. - El consejero nacional Emilio Romero me rogó personalmente que rectificara la información de ayer sobre un su puesto -enfrentamiento entre él y Aparicio Bernal, al que -dijo- no he visto ni he hablado para nada. Atiendo el ruego, con la precisión de que mi deducción periodística (que admito puede ser errónea) tenía como fundamento las graves acusaciones contra Aparicio Bernal que Emilio Romero formuló, antes de iniciarse la sesión del jueves, en voz suficientemente alta como para que la oyeran varios compañeros periodistas. Mas concretó, las acusaciones guardaban relación con el caso Matesa.

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