La URSS solicita un alto el fuego inmediato
La Unión Soviética, a través de una nota autorizada difundida por la agencia de noticias Tass, hizo ayer un llamamiento para que cese la intervención extranjera en el Líbano y se imponga un inmediato alto el fuego.En el comunicado de la agencia soviética se añade que la crisis por la cual atraviesa el país libanés ha dejado de ser un asunto interno, como lo demuestra el ofrecimiento francés de enviar fuerzas pacificadoras a dicho país y la presencia de la VI Flota de los Estados Unidos frente a las costas del Líbano.
Sin designar a ningún país en concreto, la nota dice que la Unión Soviética está tan interesada en lo que sucede en el Líbano como puede estarlo cualquier otra nación.
Más adelante, la misma nota difundida por Tass condena a las potencias extranjeras que han amenazado con intervenir en el conflicto libanés, según la opinión soviética y subraya la afirmación siria de que sus tropas intervinieron en el Líbano para poner fin al derramamiento de sangre.
«A pesar de ello -sigue la nota- es necesario tener en cuenta el hecho de que actualmente se sigue derramando sangre en el Líbano y que incluso esta sangre se derrama actualmente en mayor abundancia».
La nota acaba en una alabanza al movimiento palestino por la defensa de sus derechos nacionales contra Israel y apela a la responsabilidad de las diferentes partes implicadas en el conflicto.
La nota de Tass, es la primera comunicación oficial soviética sobre la crisis libanesa. Hasta ahora, la URSS no había tomado partido por ninguna de las partes de manera oficial, aunque conviene mencionar que el presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Alexei Kossiguin se encontraba en la capital siria cuando las tropas de este país iniciaron la invasión de territorio libanés.
Por otra parte, ayer llegó a Damasco el ministro yugoslavo de Relaciones Exteriores, Milos Minic, quien entregó al presidente sirio, Hafez Assad, un mensaje personal del presidente Tito, que se supone contenga alguna sugerencia sobre la crisis libanesa, puesto que Yugoslavia se ha opuesto siempre a una intervención extranjera en el país.
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