Roland Garros, «test» para el equipo españo de copa Davis

El torneo de Roland Garros, oficioso campeonato del mundo sobre tierra batida, debe ser el test definitivo para el equipo español de Copa Davis. Orantes, finalista en cuatro torneos del Grand Prix y solamente vencedor de uno, debe mostrar un baremo definitivo sobre sus actuales posibilidades. Para Higueras este torneo debería ser la confirmación de los progresos que ha mostrado en las competiciones en las que ha tomado parte hasta ahora.

Solamente dos españoles, Manuel Santana en 1961 y 1964 y Andrés Gimeno en 1972, han conseguido el oficioso título de campeón del mundo sobre tierra batida, que cada primavera se disputa en el Roland Garros parisino. Solamente otro español, Manuel Orantes, ha podido llegar a la final de este torneo en 1974. El récord de triunfos los posee el francés Cochet que fue campeón en cinco ocasiones. Francia, sin embargo, no conoce las mieles del triunfo desde 1946, en que ganara Bernard. Ni el último ídolo galo, Pierre Darmon, ni el inesperado Proisy de 1972, han conseguido conquistar el trofeo que más fama ha dado al tenis de su país.Los grandes aspirantes al título de este año eran, en opinión de quienes establecieron las cabezas de serie y citados por orden, los siguientes: Borg, Vilas, Ashe, Orantes, Ramírez, Panatta, Dibbs, Solomón, Fillol, Kodes, Smith, Gomed, Newcombe, Barazzutti, Fibak y Jauffret. De las quince cabezas de serie solamente Borg y Kodes han conocido el éxito en la Port. D'Auteil y ambos, en dos ocasiones. La lista de la presente ocasión significa de algún modo, una fase de renovación tenística ya que en ella no figuran los monstruos sagrados de los últimos tiempos; Laver, Stolle, Emerson y Rosewall, que fue campeón en 1953 y repitió triunfo en 1968. Esta vez ni siquiera juega Nastase, que ha organizado su campaña de un modo peculiar.

Vuelve a ser Orantes uno de los grandes favoritos a pesar de que ha perdido tres de las cuatro finales de torneos de Grand Prix que ha disputado. Orantes se encuentra en cabeza de la clasificación mundial a cincuenta puntos de diferencia de Dibbs, uno de sus ganadores. La clasificación del Grand Prix no dice gran cosa todavía, entre otras razones, porque la fase grande comienza ahora, y algunos jugadores todavía no se han incorporado. El propio Dibbs, Panatta, pese a que caba de ganar en Roma, Edmonson, Fibak, Kary, Fillol y Barazzutti tendrán que dejar hueco entre los primeros lugares a un Vilas, que solamente es sexto por el momento, a un Borg y a un Ashe que tendrá su gran oportunidad en cuanto se inicien los campeonatos sobre hierba.

El tenis del Roland Garros es probablemente el más bonito de cuantos se practican en el mundo. Sobre tierra batida lucen mucho más los jugadores de gran técnica. La potencia, el saque y la volea, son como se sabe las armas fundamentales de la hierba. En París se ve jugar de una manera distinta. Allí, tenía una mayor emoción ver a Rossewall cómo doblegaba a jugadores de mayor fortaleza física y de golpes más rudos, con la precisión de sus pases laterales. Allí vibró el público con el juego imaginativo de Santana, sobre el no menos estilístico de Nicola Pietrangeli.

Wimbledon es todo un rito, pero Roland Garros no tiene menor encanto deportivo. Durante dos semanas, París centraliza al tenis mundial sin competencia posible. En sus pistas es posible ver conipetir en los torneos de veteranos a las figuras más impensadas. Jaroslav Drobny, el campeón de los años 50 y 51, puede ser el compañero de Jacques Chaban Delmás. El primer abrazo para el campeón puede llegar de la figura siempre atlética de Kramer.

Roland Garros debe ser el test definitivo para el tenis español de cara a la Copa Davis. Orantes debe estar,entre los semifinalistas e Hin gueras ha de confirmar, los progresos evidentes que ha mostrado en los torneos en los que ha participado en la presente temporada. Si se consolida Higueras, cosa difícil dado su complejo carácter, España podrá afrontar con ciertas garantías el torneo.