Los laboristas, británicos quieren nacionalizar la industria naval y la aeronáutica
El Gobierno británico ha sido acusado de fascista dictatorial y enemigo de la democracia. Los calificativos los ha merecido por su actitud en el tratamiento de una ley nacionalizadora que ha intentado pasar por el Parlamento.Para los laboristas, la nacionalización de las industrias de construcción naval y aeronáutica resulta esencial para preservar a las empresas; que ya existen y para mantener empleados a los trabajadores que ahora prestan sus servicios en ellas. Si no se nacionalizaran, dice el ministro de Industria, irían muy pronto a la bancarrota. Según la Administración, tales empresas están en manos de herederos que no tienen un especial interés en lograr mayores ventas o en desarrollar sus propias plantas. Donde la situación es más grave, se añade, es en la construcción naval.
El Gobierno hubiera podido pasar la ley de nacionalización de las dos industrias citadas incluso muy fácilmente, si al final no se hubiera descubierto que había un dato que convertía lo que podría haber sido una ley ordinaria en una ley especial. En efecto, al parecer, el partido laborista prometió a una empresa de construcción naval que no sería nacionalizada si compraba unos astilleros escoceses y los ponía a funcionar para salvaguardar allí los puestos de trabajo ya existentes. Esa empresa no figura en la lista de nacionalizables.
De aquel modo, la nacionalización de la industria de construcción naval resultaba incompleta. La ley, por tanto, dejaba de ser ordinaria, globalizadora, para contemplar un aspecto parcial de la cuestión, que tendría que ser discutido más a fondo y en otro terreno legislativo más específico.
Advertido el detalle, un díputado conservador pidió que se detuviera el proceso que ya había seguido la ley y que se comenzara de nuevo. Tendría que posponerse para el próximo año y entonces el Gobierno estaría demasiado atareado tratando de aclararle el camino a la ley de Devolución de Responsabilidades Parlamentarias para Escocia y Gales. A la vista de la urgencia, el gobierno ha querido pasar por alto las hormas vigentes en materia de legislación e introdujo una moción para que la ley siga siendo observada como ordinaria. Esa pretensión es la que le ha valido los gritos de fascista al ministro Michael Foot, que fue el que dio a conocer la moción. Margaret Thatcher, líder de la oposición, afirmó que el gobierno laborista está amenazando a la democracia. Los nacionalistas escoceses creen que «finalmente hemos llegado a la dictadura».
Triunfo laborista
El Gobierno laborista británico ganó en el Parlamento por un voto a última hora de la tarde la votación a favor de la nacionalización de las industrias de construcción naval y aeronáutica. Los parlamentarios laboristas cantaron himnos socialistas, y los conservadores alzaron el estandarte del Parlamento como protesta por la victoria gubernamental. Hubo incluso enfrentamientos físicos.
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