"Es inaceptable que la prensa no refleje las tensiones de la sociedad"
«Los límites de la libertad de expresión en cuanto a su contenido, deben de determinarse por la legislación penal, y a ésta le corresponde la determinación de las sanciones, en el caso de infracción de las normas, correspondiendo siempre a los órganos jurisdiccionales el enjuiciamiento de las posibles transgresiones», dijo ayer el ministro de Información y Turismo, Adolfo Martín Gamero, en el acto de constitución de la V Asamblea del Consejo Nacional de Prensa.
El ministro comenzó exponiendo la situación por la que atraviesa la sociedad española. «Vivimos un periodo de tránsito -dijo-, hacia un sistema de poder basado en la legitimidad democrática. La sociedad española, mayoritariamente, es partidaria de una evolución que conduzca a la plena participación de los ciudadanos en los asuntos públicos». Esta legítima aspiración, dijo más adelante, implica la necesidad de proceder a la reforma política, a la que repetidamente se ha referido el presidente Arias». El señor Martín Gamero afirmo a continuación que no puede haber democracia sin opinión pública y que por ello una de las tareas apremiantes era establecer los medios necesarios para hacer que la opinión pública sea garantizada.Indicó que el que los medios de comunicación reflejen la realidad dinámica y las tensiones y conflictos de la sociedad, no implicaba que fueran los causantes de ella. «Desentenderse de los problemas -añadió- con tal de que éstos no trasciendan a la opinión pública, constituye una postura inaceptable para la praxis política y es, además, una postura absolutamente incompatible cuando lo que se pretende es caminar hacia una situación de plenitud democrática».
Refiriéndose a los puntos en que se debiera centrar la tarea del Consejo Nacional de Prensa, el ministro de Información destacó la actualización de la normativa jurídica en la que se desarrolla el principio de la libertad de expresión, ya que la ley de Prensa de 1966, de trascendental importancia, fue definida como una ley de transición.
En segundo lugar, señaló que se debía profundizar en el análisis de la prensa en su propia realidad dinámica. «Es misión del Estado -dijo- remover todos aquellos obstáculos que, de hecho limitan y dificultan el pleno ejercicio de los derechos proclamados por la Constitución. La realidad de la prensa puede alejarse incluso sustancialmente del principio de que sea instrumento y vehículo eficaz de una plena libertad de expresión».
Más adelante indicó que se debe potenciar y defender el pluralismo ideológico de la prensa en profundidad y extensión, «permitiendo la comparecencia de grupos y actitudes hasta ahora marginadas».
«Es necesario -señaló también el ministro- hacer transparente la realidad del mundo informativo; estudiar los mecanismos necesarios para la defensa del pluralismo; estudiar las fórmulas de inserción de los profesionales de la información en la vida de la empresa periodística y vitalizar la prensa local y regional.»
Destacó asimismo que resulta urgente encuadrar a los nuevos titulados en el Estatuto de la Profesión Periodística y afirmó que en estos momentos está en trámite de informe un proyecto de decreto modificando el citado Estatuto. Sobre las convalidaciones académicas manifestó que, una vez finalizados los estudios la primera promoción de las facultades de Ciencias de la Información, podía procederse a los trámites operativos de las convalidaciones.
Finalmente, anunció la elaboración de una ley de ayuda a la prensa que contempla desde la modernización de la empresa mediante ayudas a la inversión, hasta los problemas del suministro y encarecimiento del papel prensa.
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