Festival a beneficio de Centro Cultural Peñaflor

Los barrios madrileños llaman la atención sobre sus problemas cada vez más. El Pozo del Tio Raimundo, esta vez, asistirá en bloque al festival de canción que se celebrará en el cine París, de Vallecas, el domingo 16, a las doce de la mañana. Y el problema, esta vez, es el de la educación de adultos.Efectivamente, Luis Marín, Victor Manuel, Miguel Rios, Hilario Camacho, Ricardo Cantalapiedra, Pedro y Ana y Victor y Diego ponen sus voces a beneficio del Centro Cultural Peñaflor. El caso es que este centro, nacido en pleno barrio, allá por el año 58, y por iniciativa del padre Llanos, está ahora sin dinero. Poco a poco se han ido olvidando de él los hombres de la fundación que hizo posible entonces una labor necesarísima en un ambiente de inmigración y analfabetismo. De la alfabetización de adultos, el Peñaflor fue accediendo a tareas más amplias, que tenían mucho que ver con el trabajador social y con la extensión cultural, al tiempo que permitía a muchos acceder a trabajos y formas de vida más dignas. Se prepara para conseguir certificados de estudios primarios y el graduado escolar, ciertos niveles de formación profesional, e incluso, últimamente, ofrecía cursos de técnicas prácticas.

La financiación, que es su mayor problema, a falta de centros estatales para la formación de adultos, venía de las cuotas de ellos mismos (máximo de 300 ptás., minimo de 150) y ese dinerito del ambiguo patronato. El ministerio de Educacación y Ciencia les ha dado este año 93.000 ptas. Y cómo tienen 353 alumnos, no cubren gastos.

Luis Marín, cantaor flamenco sin pinta de gitano ni flamenco, que es el alma del festival, junto con Luis Marín, el director del centro, dice: «Si no le damos aire, va a pasar que el barrio es siempre el que cotiza. Ellos van a ser los que, en realidad, vayan al festival, y al final, los que paguen.