Osorio expone el programa del Gobierno

«Vamos a ver si por primera vez en la historia de España somos capaces de proceder como procedería cualquier país civilizado. Las construcciones no se derrumban, los edificios no se destruyen sino que se perfeccionan», dijo el martes por la noche el ministro de la Presidencia, Alfonso Osorio, al explicar la reforma política que se está llevando a cabo en España, al centenar de banqueros de todo el mundo que se encuentran en Estepona en la IX Reunión Bancaria Internacional, que ha organizado el Banco Español de Crédito. El ministro pidió en primer lugar «un préstamo de confianza» y explicó a continuación que la nueva política en España partía desde el momento en que se instauró la Monarquía y que como país maduro teníamos «derecho a estructurar nuestra democracia sin tener que compartir o copiar modelos ajenos».

«El objetivo final de nuestro proceso -indicó el señor Osorio- no es el establecimiento de un régimen democrático informal, si no la búsqueda de un sistema definitivo de convivencia en España para que, en nuestro pueblo, sustituyamos para siempre la dialéctica de las armas por la dialéctica de la palabra o del Parlamento.»

Luego recordó cómo la Inglaterra de hoy fue posible cuando Cromwell propuso instaurar un sistema que permitiese la discrepancia en la convivencia. "Nosotros, a mi juicio -dijo- estamos en este instante en las condiciones óptimas para hacer una operación política similar. Queremos un sistema que permita un gran pacto social entre las distintas fuerzas políticas, económicas o sociales que actúan en la realidad política española. Pero para ello preferimos seriamente, con toda firmeza, no destruir ninguno de los cimientos del Estado, porque pensamos que no se puede, en ningún caso, partir de cero.»

Tras referirse a las reformas previstas por el Gobierno -sistema bicameral, ley de asociaciones y reforma sindical- el ministro indicó que se pretendía hacer todo esto «sin una ruptura con el pasado y sin acudir a ningún tipo de gobierno constituyente y, menos aún, a ningún tipo de periodo revolucionario».