Egipto no quiere agriar su polémica con la URSS

El Gobierno egipcio parece estar haciendo esfuerzos, desde hace algún tiempo, para frenar el deterioro de las relaciones con la Unión Soviética, que alcanzaron su punto más bajo en marzo cuando El Cairo anuló su acuerdo de amistad y cooperación con Moscú.

Desde hace una semana, los observadores no han detectado ninguna declaración antisoviética en la prensa egipcia que, tras la anulación del tratado, prodigó sus ataques contra Moscú.

En el curso de un reciente discurso pronunciado en Suez, el presidente Sadat habló de los rusos en tono conciliador, afirmando que su país no tenía intención de agravar la polémica con Moscú.

Es cierto, sin embargo, que en el mismo discurso el presidente egipcio anunció que había ordenado a su ministro de Asuntos Exteriores, Ismail Fahiny, de publicar la carta que dirigió en 1972 al Gobierno soviético después de haber expulsado de Egipto a cerca de 20.000 técnicos rusos.

Sadat afirmó que el contenido de este mensaje contribuirá a establecer claramente la posición de Egipto y a disipar los malentendidos sugeridos por la prensa soviética a propósito de Egipto.

Se sostiene, no obstante, en medios próximos al Ministerio egipcio de Asuntos Exteriores, que esta carta no será hecha pública por el momento, por lo menos hasta que el Gobierno de Moscú no ataque directamente a Egipto. «Queremos detener esta polémica -dijo una de las fuentes- Creemos que el asunto ha ido demasiado lejos.»

Egipto anuló su acuerdo con la URSS el 15 de marzo pasado, acusando a los rusos de haberse negado a suministrarle material de guerra desde la guerra de 1973 con Israel.