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Nuevo programa de defensa francés

En este mundo «incierto», según el señor Giscard d'Estaing, Francia necesita tres medios de defensa: la disuasión nuclear estratégica, para disuadir al enemigo potencial; un armamento nuclear táctico, es decir, la posibilidad de protegerse con el empleo de armas nucleares sobre el terreno, y, por fin, los medios convencionales.Así se lo dijo el miércoles por la noche el Presidente a sus conciudadanos, al presentarles el proyecto de reorganización total de la Defensa para los próximos seis años.

La factura le va a costar al contribuyente el 20 por 100 del presupuesto de la nación, lo que es igual, en los seis años venideros, a 502.000 millones de francos. En profundidad, los cambios respecto a la política de defensa de la V República, no son sustanciales. Francia seguirá ausente de la OTAN, el dispositivo militar integrado de la Alianza Atlántica a la que sí pertenece y con quien participará «en la defensa común, llegado el caso, con sus fuerzas».

Por otra parte, frente a las sugerencias de algunos sectores de la opinión, el señor Giscard confirma que el Ejército francés no será profesional, sino que se reclutará por medio del servicio militar obligatorio. A su juicio, el profesionalismo, en primer lugar sería caro y, en consecuencia, implicaría la reducción del contingente actual, de 336.000 hombres. Además, un Ejército profesional, como también opinan los comunistas galos, que daría «separado» de la nación.

En resumen, desarrollo de la defensa nuclear, pero, como «ella sola no es suficiente», modernización del Ejército de la defensa clásica que, si no sirve contra un enemigo exterior atómico, es indispensable para librar «batallas» a nivel interno, como las que se vienen manteniendo en Vietnam, Camboya y en Oriente Próximo. El señor Giscard recordó el potencial del Pacto d e Varsovia, de 4.300.000 hombres, paralelo al de la Alianza Atlántica, de 3.800.000, dejando entender que la estrategia atómica tiene su enemigo fundamental al otro lado de Europa. La defensa con medios clásicos, ante la ausencia de preferencias políticas explícitas, no son pocos los que se preguntan si va a servir, no sólo para defender el territorio y la nación, sino una forma de sociedad».

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