La UTT del Metal contra las normas laborales en empresas de contratas

La asesoría jurídica de la Unión de Trabajadores y Técnicos (UTT) del Sindicato Nacional del Metal estudia la forma de actuación contra la orden del Ministerio de Trabajo sobre normas complementarias de la Ordenanza del Metal aplicables a los trabajadores de empresas de contratas y auxiliares, según ha podido saber EL PAIS en medios sindicales.La razón de esta posible actuación legal por parte de la UTT del Metal -que vió con sorpresa como era publicada la orden en el Boletín Oficial del Estado del pasado 28 de abril, sin que su opinión fuera recogida en el texto definitivo de la orden- estriba en el hecho de que su elaboración no contó con el preceptivo asesoramiento por parte de la Organización Sindical.

El sector de empresas de contratas y auxiliares cuenta con una nutrida población laboral -cuyo número es difícil de determinar, pues las integran, generalmente, los trabajadores que figuran como parados en el amplio sector del metal- que, con carácter eventual en la mayoría de los casos, dependen de empresas cuya figura jurídica como tales es totalmente cuestionable.

Esta es precisamente uno de los aspectos que la UTT del Metal trataba de solucionar, al pretender que la Orden recogiera la exigencia de carnet de empresa responsable a las que dan ocupación a trabajadores mediante contratos que dejan de surtir efecto cuando finalizan las tareas para las que fueron contratadas.

Tal situación origina, con frecuencia, conflictos laborales, como el que recientemente registró Astilleros Españoles, cuya plantilla se mantuvo en huelga durante varios días, en solidaridad con los trabajadores que quedaron en la calle al quebrar su empresa, Morsan, que realizaba contratas para Astilleros.

Otra de las características de las empresas de contratas y auxiliares -cuya solución no permite el texto legal de Trabajo con el que se muestra disconforme la UTT del Metal- es la contratación de sus trabajadores, generalmente jóvenes que de cuando en cuando superan los 30 años no son «útiles», sin ninguna garantía jurídica, mediante la actuación de personas que a título personal («pistoleros», en la Construcción»), proporcionan trabajos eventuales, generalmente en condiciones de peligrosidad e insalubridad, que no realizan los empleados fijos de las grandes empresas a las que sirven los contratistas.

Las empresas que con cierta asiduidad se sirven de este irregular sistema, según definición de las fuentes informantes de EL PAIS son fundamentalmente los grandes astilleros, centrales nucleares, compañías eléctricas e, incluso, Telefónica, para el tendido de sus líneas.